De acuerdo con un reciente estudio, publicado en Science of the Total Environment, el uso de microondas, solo en la UE, emite tanto dióxido de carbono como casi siete millones de automóviles. Los responsables de la investigación, liderados por Alejandro Gallego-Schmid, han llevado a cabo el primer estudio exhaustivo sobre los impactos ambientales de los hornos de microondas, considerando su ciclo de vida completo.
Las microondas representan el mayor porcentaje de ventas de todo tipo de hornos en la Unión Europea (UE), con cifras que llegarán a casi 135 millones en 2020. A pesar de esto, la escala de sus impactos en el medio ambiente no se conocía hasta ahora.
En total, el equipo de Gallego-Schmid, analizó 12 factores ambientales diferentes, incluido el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y la toxicidad ecológica. Los resultados mostraron que los microondas emiten el equivalente a 7,7 millones de toneladas de dióxido de carbono por año en la UE, una cantidad similar a las emisiones anuales de 6.8 millones de coches.
La investigación muestra que los principales focos ambientales son los materiales utilizados para fabricar estos electrodomésticos, el propio proceso de fabricación y la gestión de residuos al final de su vida útil. Por ejemplo, el proceso de fabricación por sí solo contribuye con más del 20% al agotamiento de los recursos naturales y al cambio climático.
Y en cuanto a la gestión de residuos, los autores señalan la reducción de la vida útil de los microondas: ha disminuido de alrededor de 10 a 15 años a finales de los 90 a entre seis y ocho años en la actualidad.
Sin embargo, es el consumo de electricidad lo que tiene el mayor impacto en el medioambiente, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, desde la producción hasta la generación de electricidad en su uso. En total, las microondas en toda la UE consumen un estimado de 9,4 terawatts por hora (TWh) cada año. Esto es equivalente a la generación anual de electricidad de tres grandes plantas de energía de gas. Esto a pesar del hecho de que los microondas pasan más del 90% de su vida inactivos.
En un comunicado, Gallego-Schmid explica que “los rápidos avances tecnológicos y la caída de los precios, están impulsando la compra de aparatos eléctricos y electrónicos en Europa. Los consumidores ahora tienden a comprar electrodomésticos nuevos antes de que los existentes lleguen al final de su vida útil, ya que los productos electrónicos se han convertido en artículos de moda y de status. Como resultado, los equipos eléctricos desechados, como las microondas, son uno de los flujos de desechos de más rápido crecimiento en todo el mundo”.
Juan Scaliter
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