Sufrir picores crónicos puede ser un auténtico infierno. Por eso, un equipo de la Washington University en San Luis, EE UU, ha realizado un estudio con ratones para intentar descubrir el origen de esta afección. Y lo que observaron es que aquellos cobayas que presentaban menor cantidad de las llamadas células de Merkel (un tipo de receptores del tacto que se localizan en la base de la epidermis) eran más propensos a sentir picores cuando se les rozaba con un simple hilo de nailon.
El hallazgo es un tanto desconcertante ya que, en principio, la idea de que se sufran más picores el número de células sensoriales es menor, parece contraria a la lógica. Los científicos barajan la posibilidad de que dichas células controlan la respuesta al picor.
Para comprobarlo realizaron un segundo experimento con ratones modificados genéticamente parara que dichas células reaccionasen a un componente químico. Y el resultado fue que cuando los ratones eran expuestos a dicho compuesto, no sentían picor cuando se les rozaba con el hilo.
Los científicos explican que el número de células de Merkel disminuye con la edad, lo que puede explicar por qué las personas más mayores son más propensas a sufrir picores cónicos.
Fuente: SINC.
Vicente Fernández López
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