Este año estará plagado de acontecimientos científicos, de hitos que marcarán un antes y un después. ¿Te imaginas que descubriéramos de qué está hecho el universo? ¿Y que fuéramos capaces de hallar algún indicio de vida en Marte? ¿Y si, además, lográramos curar enfermedades mentales como la esquizofrenia y la depresión? ¿O darle una estocada de muerte al cáncer? Estos son solo algunos de los hitos que pueden alcanzarse a lo largo de los próximos doce meses, según seis científicos consultados por Quo. Apuntan nuestros expertos a indicios de encontrar materia oscura gracias a la máxima aceleración de partículas que se alcanzará en el CERN, anuncian el posible hallazgo de un exoplaneta en el que se puedan reproducir las condiciones de vida de la Tierra y adelantan que los cazadores de fenómenos cósmicos vivirán un año glorioso con el eclipse total de sol el 9 de marzo en Sumatra y el total penumbral de la Luna el 16 de septiembre en España.
Y mucho más. El satélite Galileo, por fin, tras muchos retrasos y complicaciones, parece que empezará a ser operativo en 2016, mientras que la geolocalización y los datos personales estarán cada vez más vinculados. Tendremos más dispositivos con GPS; a 3.000 millones llegaremos en todo el mundo. Y los sistemas de almacenamiento en la nube crecerán exponencialmente. Tanto que incluso las administraciones públicas empezarán a confiar nuestros datos a proveedores externos. La dependencia de la conectividad será total. Habrá sensores de usar y tirar, alimentados por una pila solar, que enviarán y recibirán datos.
Será una época gloriosa para los cazadores de eclipses y para buscar vida en otros planetas
Y en 2016, la tecnología seguirá desempeñando un papel primordial. Las impresoras 3D fabricarán prótesis con compuestos biodegradables, poliméricos y cerámicos; la mejora en los equipos de diagnosis por imagen abrirá las puertas a un conocimiento más profundo del cerebro sin necesidad de romper el cráneo; y la optogenética permitirá actuar de forma precisa y controlada sobre circuitos neuronales concretos.
Más sanos y longevos
Será un año en el que los científicos estudiarán la neurogénesis; analizarán cómo se produce la regeneración neuronal en ciertas partes y la intentarán reproducir en otras dañadas. Se afianzará la comunicación cerebro-máquina y las personas sin movilidad podrán usar su mente para subir persianas, encender luces, conectar el sistema de calefacción y, en definitiva, manejar su propia vida.
El cáncer tendrá que asumir que está perdiendo la batalla. Más si, como está previsto, en España se da el primer paso en la construcción de un acelerador de protones para tratar zonas tumorales. Se verá apoyado en su tarea por la posibilidad de secuenciar el ADN de una sola célula para ver cuáles son las mutaciones primarias.
Nada está perdido, todo se puede combatir. Hasta el denostado medioambiente, gracias a la creación de materiales porosos capaces de atrapar el CO2, los automóviles eléctricos con autonomía de más de 500 kilómetros y el empleo de eficaces nanoestructuras químicas. Todo esto y más será posible en 2016, un año tras el cual nuestra vida será mejor gracias a la ciencia.
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