El campo magnético de la Tierra se está debilitando y el polo magnético se desvía aceleradamente hacia Siberia. ¿Qué está ocurriendo en el interior de la Tierra?
El campo magnético de la Tierra se está debilitando a nivel global y más intensamente en el Atlántico sur. No solo se está debilitando, también se está dividiendo. Al mismo tiempo, el polo magnético terrestre se desplaza de Canadá al norte de Rusia de un modo acelerado. ¿Qué significa todo esto? ¿Tenemos que estar preocupados?
En estos días, la ESA (Agencia Espacial Europea), ha enviado información sobre lo que llaman La Anomalía del Atlántico sur. Se refieren a esa zona crítica donde se aprecia un mayor debilitamiento del campo magnético terrestre. La extensa zona va desde África hasta el sur del continente americano.
Un trío de satélites de la ESA, los Swarm (enjambre, en castellano) vigilan de cerca las alteraciones del campo geomagnético. Ellos son los que están dando la voz de alarma, tanto del debilitamiento como del movimiento del polo magnético hacia Siberia.
El campo magnético terrestre nos protege de las radiaciones cósmicas, de las tormentas solares, de las partículas cargadas de energía que proceden del estallido de supernovas y otros fenómenos cósmicos titánicos. También hay estudios que lo relacionan con el cambio climático, incluso, con el camino que siguen las aves en sus vuelos migratorios. Si el campo magnético terrestre desapareciera, seríamos bombardeados por partículas cósmicas que no nos darían un respiro. Pero, ¿puede ocurrir?
Hemos contado con dos expertos españoles para este reportaje. Se trata de Javier Pavón, profesor e investigador del departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC – UCM) y de Miriam Gómez Paccard, investigadora del CSIC en el Instituto de Geociencias de Madrid (CSIC, UCM).
Estos son los puntos destacados de la entrevista que puedes ver completa en el vídeo.
Miriam: El campo magnético de la Tierra es una propiedad fundamental del planeta. Tiene su origen en el interior de la Tierra. Piensa en que una masa en movimiento tiene asociada una carga eléctrica y también un campo magnético. En el interior de la Tierra, en el núcleo externo, a unos 3000 km bajo nuestros pies, hay gran cantidad de material formado fundamentalmente de hierro y níquel fundido. Este material está cargado eléctricamente y en movimiento. Ese movimiento genera el campo magnético que observamos en superficie y se extiende a varios decenas de miles de kilómetros en el espacio. Es fundamental para la vida en la Tierra porque nos protege frente a todas las partículas cargadas que continuamente bombardean la Tierra. Visualmente no lo vemos, pero tiene una importancia fundamental.
Miriam: Estas partículas llegan a la Tierra constantemente. Como son partículas cargadas, gran parte de esa radiación se desvía al entrar en contacto con el campo geomagnético, y no nos llegan. Si no lo hubiera, la atmósfera no sería tal y como es, aunque no sabemos hasta qué punto la vida en la Tierra se vería afectada.
Javier: El campo geomagnético de la Tierra es como un imán. Tenemos las líneas magnéticas que salen por el hemisferio sur, cercano al sur geográfico. Estas líneas de campo salen por la superficie de la Tierra y vuelven a entrar por el Polo Norte. Es un flujo continuo.
Estas líneas hacen que el valor del campo geomagnético sea muy alto en los polos y menor en la zona ecuatorial. Hay una zona cercana al ecuador, en el hemisferio sur, que tiene una intensidad un 40% más baja de lo que debería corresponderle por la zona en la que está. Esto es lo que se llama la Anomalía del Atlántico sur. El debilitamiento en esta zona se aprecia desde hace cientos de años, pero actualmente es mucho menos intensa, sobre todo en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. Se registra el mínimo histórico de intensidad, muy bajo para lo que le debería corresponder.
Javier: Está todo interconectado. La fuente de salida en el hemisferio sur y norte se llama polo magnético. En el hemisferio norte, el Polo magnético se mueve con el tiempo. Debido a las corrientes que se generan en el núcleo externo tiene variaciones espaciales y temporales. Esta salida cambia con el tiempo. Se sabe que desde 1950 la entrada de campo magnético en el Polo norte se está desplazando y se acelera. Está moviéndose desde Canadá hacia el norte de Rusia.
El área que ocupa esa anomalía está aumentando, los valores de intensidad son cada vez más bajos
Ese movimiento del polo magnético hace que cambie la geometría del campo ecuatorial. Así que también afecta porque el área que ocupa esa anomalía está aumentando, los valores de intensidad son cada vez más bajos.
Miriam: Lo que es importante recalcar es que es un fenómeno variable en el tiempo, desde días, hasta miles de millones de años. A escalas geológicas una de las cosas que sabemos es que polo norte y sur magnético se han invertido otras veces. La última vez ocurrió hace 780.000 años y no hay una periodicidad clara. Lo que sí ocurre en estos momentos es que coinciden con el debilitamiento del campo geomagnético. Por eso muchos autores dicen que esto indica que estamos yendo hacia una inversión en los polos. Sabemos que la inversión de polos se va a producir en el futuro, pero no sabemos cuándo.
Javier: La Anomalía del atlántico sur es un reflejo de algo que pasa en el núcleo externo de la Tierra, a unos 3000 km de profundidad. Allí se observa una especie de parche, cuya polaridad es distinta del medio que le rodea. En ese punto, el campo electromagnético en lugar de estar saliendo, está entrando, por eso hay debilitamiento de la intensidad en la superficie de la Tierra. Esa anomalía está aumentando, y se ha divido en dos. Tenemos dos pequeñas anomalías, una situada en el sur de África y otra en la zona central de América del sur. En años anteriores tenía mucho protagonismo la de América. Pero empieza a tomar protagonismo la que está debajo África. Esto puede estar relacionado con el movimiento del polo magnético. La anomalía puede estar rompiendo la simetría y produciendo el desplazamiento del polo magnético.
Miriam: Se está debilitando el campo magnético global. Pero la intensidad se debilita de un modo más intenso en el caso de la anomalía. Desde el s. XIX se está acelerando este fenómeno.
Javier: A nivel local hay zonas donde está aumentando. Pero a nivel global está sufriendo una caída importante.
De momento tenemos una Tierra viva y joven. Quedan millones de años para que desaparezca
Javier: No tenemos respuestas, concretas. Mientras haya un núcleo externo líquido, habrá campo geomagnético. Pero el núcleo interior, sólido, se hace cada vez mayor, porque la Tierra se está enfriando. Pero el tiempo estimado para que desaparezca porque se solidifique el núcleo son millones de años. De momento tenemos una tierra viva y joven. Quedan millones de años para que desaparezca.
Javier: Hay mucha polémica entre expertos sobre este asunto. El campo magnético modula fenómenos climáticos al actuar como escudo protector de partículas que proceden del universo exterior. No está correlacionada la inversión de polos con grandes extinciones, pero sí la hay con cambio climático de escala global, como las glaciaciones. Se discute si afecta a la generación de nubes, muy relacionadas con el clima. Hay proyectos de investigación para determinar cómo el debilitamiento del campo magnético podría afectar a la mayor o menor entrada de partículas y formación de nubes, pero están en curso.
Javier: La Anomalía del Atlántico sur es el talón de Aquiles. Por ahí se cuelan muchas partículas cargadas que son perjudiciales para satélites, para la Estación Espacial Internacional, que tendrá que establecer protocolos para proteger a los astronautas… Pero yo no estoy preocupado. El núcleo externo de la Tierra está activo. Está en la mitad de su vida. Le quedan miles de millones de años para seguir generando campo magnético. A nivel geológico es otra cosa, pero en nuestro tiempo, podemos seguir durmiendo tranquilos.
Javier Pavón es profesor e investigador del departamento de Física de la Tierra y Astrofisica de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC – UCM). Javier es licenciado y doctor en ciencias físicas por la Universidad Complutense y ha desarrollado parte de su carrera postdoctoral en el Instituto de Geofísica y Vulcanología de Roma (Italia) y en la Agencia Espacial Europea. Su investigación se centra en el estudio del campo magnético de la Tierra a todas las escalas temporales: desde sus variaciones más rápidas (los conocidos como jerk geomagnéticos) como las de mayor escala temporal: las inversiones de polaridad del campo magnético de la Tierra. Concretamente analiza las variaciones mediante modelos de reconstrucción del campo geomagnético usando datos directos (medidas de observatorios y satélites) e indirectos (datos paleomagnéticos registrados en rocas, yacimientos arqueológicos o volcanes
Miriam Gómez Paccard es investigadora del CSIC en el Instituto de Geociencias de Madrid (CSIC, UCM). Es licenciada en ciencias físicas por la Universidad Complutense de Madrid y doctora en ciencias de la Tierra por la Universidad de Rennes y la Universidad Complutense de Madrid. Su área de investigación principal es el Paleomagnetismo, es decir, el estudio de la variación del campo magnético de la Tierra en el pasado a partir del análisis de laboratorio de ciertos sedimentos, rocas y materiales arqueológicos. Se interesa en particular al estudio de vestigios arqueológicos de distintas regiones (Uzbekistán, Argentina, Europa) para analizar en detalle cómo ha variado la intensidad del campo magnético de la Tierra en los últimos milenios tanto a nivel global como regional.
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