Tenemos 20 horas para prepararnos. Un nuevo método basado en la física del Sol puede predecir una gran llamarada solar inminente 20 horas antes de que se produzca
Si hoy hubiera que apostar por una catástrofe que acabe con la humanidad, una pandemia vírica se llevaría todos los votos. Sin embargo, la posibilidad de que el planeta entero se derrita súbitamente por el efecto de una gran llamarada solar que nos dé de lleno, o que su efecto electromagnético destruya toda nuestra red de comunicaciones y nos devuelva a la Edad Media, siempre ha estado en los primeros puestos del miedo apocalíptico, solo un puesto más abajo de la caída de un meteorito.
Las erupciones solares (explosiones masivas de radiación electromagnética, plasma y partículas cargadas en la atmósfera exterior del Sol) se desencadenan por la liberación repentina de energía almacenada en los campos magnéticos concentrados en las famosas manchas solares, visibles por los actuales observatorios del Sol, de un modo más preciso aún desde que han enviado el Solar Orbiter a investigarlo.
El objetivo es conocer lo más posible las inclemencias del clima espacial con toda la precisión posible. Y de eso trata un nuevo método, basado en la física, para predecir grandes llamaradas solares inminentes.
La luz de rayos X emitida por una llamarada, y la expulsión de material del Sol que a menudo la acompaña, puede producir poderosos efectos en la Tierra. Pueden presentar riesgos para los astronautas, las naves espaciales y los sistemas tecnológicos en tierra, como las redes eléctricas y las comunicaciones por radio.
Las condiciones y mecanismos específicos que producen las llamaradas siguen siendo desconocidos
A medida que la sociedad es más dependiente de estas tecnologías, existe una necesidad creciente de métodos fiables para predecir eventos solares inminentes y mejorar los tiempos de alarma cuando ocurren.
A pesar de décadas de estudio y monitoreo casi continuo de la actividad magnética del Sol, las condiciones y mecanismos específicos que producen las llamaradas siguen siendo desconocidos, lo que los hace particularmente difíciles de pronosticar.
Investigadores de la Universidad de Nagoya (Japón) en colaboración con el Observatorio Astronómico Nacional de Mitaka, acaban de presentar lo que llaman «esquema κ» (esquema kappa), un modelo predictivo que puede pronosticar grandes erupciones solares de manera más fiable que los métodos anteriores.
El enfoque de Kusano predice cuando una gran llamarada solar es inminente utilizando observaciones magnéticas rutinarias del Sol. También identifica dónde ocurrirá la llamarada y cuánta energía podría liberarse.
Esta animación muestra la progresión de una llamarada solar de alta intensidad
Para probar su modelo, los autores analizaron datos del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA de 2008 a 2019, descubriendo que lo que han llamado esquema κ pudo identificar la llamarada, su ubicación y tamaño en la mayoría de las erupciones grandes, con hasta 20 horas de anticipación.
Así, al menos 20 horas antes podremos estar preparados para lo que venga.
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