La presencia de este virus en nuestro intestino está asociada a la mejora de la función ejecutiva y la memoria en moscas, ratones y humanos
Un equipo de investigadores españoles ha encontrado pruebas de que la presencia de ciertos virus bacteriófagos en el intestino está asociada a una mejor función ejecutiva y memoria en moscas, ratones, y también en humanos. El artículo lo firman investigadores asociados a la Universidad de Girona, el Hospital Universitario Dr. Josep Trueta de la misma localidad, y las universidades Pompeu i Fabra, de Alicante y Valencia, entre otras instituciones, y ha sido publicado en la revista Cell.
Investigaciones anteriores habían demostrado que la presencia de ciertos tipos de bacterias en el intestino puede favorecer o dificultar el funcionamiento mental. En este nuevo trabajo, los investigadores se preguntaron si lo mismo podría ocurrir con los bacteriófagos, que son virus que parasitan a las bacterias y se reproducen en su interior.
Para averiguar si podría haber una relación entre los niveles de bacteriófagos en el intestino y las capacidades cognitivas, los investigadores se centraron en los virus Microviridae y los Caudovirales. Primero analizaron muestras fecales de 114 voluntarios y más tarde de otros 942, midiendo en ambas ocasiones los niveles de cualquiera de los dos bacteriófagos. También hicieron a cada voluntario varias pruebas de memoria y cognitivas. Descubrieron que los voluntarios con niveles más altos de Caudovirales tendían a obtener mejores resultados en las pruebas. En cambio, los que tenían altos niveles de Microviridae tendían a obtener peores resultados en las pruebas.
A continuación, los investigadores llevaron a cabo un estudio de varios tipos de alimentos para averiguar cómo los dos tipos de bacteriófagos podrían llegar al intestino humano. Descubrieron que la ruta más común parecía ser la de los productos lácteos.
Los investigadores continuaron su trabajo trasplantando muestras fecales de los voluntarios humanos a los intestinos de moscas de la fruta y ratones. A continuación, comprobaron sus capacidades cognitivas y de memoria frente a grupos de control. Al igual que con los sujetos humanos, los investigadores descubrieron que los que recibieron muestras con altos niveles de Caudovirales tendían a obtener mejores resultados en las pruebas, mientras que los que recibieron dosis de Microviridae obtuvieron peores resultados.
Los investigadores reconocen que su trabajo no prueba definitivamente que los bacteriófagos en el intestino puedan tener un impacto en las capacidades cognitivas, ya que las diferencias en las pruebas podrían haber sido el resultado de diferentes niveles de bacterias en el intestino u otros factores, pero sugieren que parece probable.
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