Solo un 20% de los especialistas cree que sus países tienen buenos sistemas de asesoramiento científico. ¿Qué frena a los gobiernos de usar evidencia científica para tomar decisiones clave?
Los sistemas de asesoramiento científico buscan conectar a expertos con los políticos para informar decisiones con base en evidencia. Sin embargo, un reciente informe de Nature revela graves fallos en estos mecanismos, que son esenciales para abordar problemas como pandemias, inteligencia artificial o el cambio climático.
Un 80% de los expertos encuestados por Nature cree que los sistemas de asesoramiento científico en sus países son deficientes o inconsistentes, y un 70% considera que los gobiernos no usan regularmente estos consejos. Según Jeremy Farrar, jefe científico de la OMS, “cada país busca mejorar la integración de la ciencia en sus decisiones”, pero el panorama es preocupante. La pandemia de COVID-19 evidenció estas fallas, con desinformación y un clima de desconfianza erosionando el vínculo entre ciencia y política.
Además, hay una desconexión entre científicos y políticos. Un 80% de los encuestados señaló que los líderes carecen de conocimientos científicos básicos, mientras que un 73% afirmó que los investigadores no comprenden cómo funciona la política. Paul Dufour, experto de la Universidad de Ottawa, lo describe como “una tensión constante entre la ignorancia científica y la falta de visión política”.
Algunos países, como Finlandia, están probando nuevos enfoques. Por ejemplo, métodos como análisis rápidos para guiar decisiones urgentes, o equipos “en la sombra” que ofrecen asesoramiento científico independiente, ganan popularidad. Sin embargo, iniciativas como SAGE en el Reino Unido enfrentaron críticas durante la pandemia por la falta de transparencia y coordinación.
En Estados Unidos, la ausencia de un sistema robusto de asesoramiento científico de alto nivel fue evidente durante la gestión de la pandemia. Roger Pielke, de la Universidad de Colorado, afirmó que “nadie acertó completamente, pero el caso de Estados Unidos fue particularmente preocupante”.
En países con ingresos bajos y medios, el desafío es mayor. La falta de financiamiento y sistemas institucionalizados complica la integración de la ciencia en las decisiones gubernamentales. En África, por ejemplo, el asesoramiento científico a menudo depende de relaciones personales, aunque las academias científicas están ganando terreno.
Para mejorar, se necesita más formación en asesoramiento científico. Alma Cristal Hernández Mondragón, experta en política científica en México, destaca que “un doctorado no garantiza habilidades para asesorar; se requieren competencias adicionales”.
El auge de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) también plantea retos y oportunidades. Según la encuesta de Nature, el 75% de los expertos considera crucial asesorar sobre los beneficios y riesgos de la IA. A nivel global, crece la preocupación por la desinformación, que debilita la credibilidad de la ciencia frente a políticos y ciudadanos.
El principal desafío, sin embargo, es lograr que los líderes políticos valoren la ciencia. Como dice Zakri Abdul Hamid, exasesor de Malasia: “Si los líderes no entienden la conexión entre evidencia y decisiones, el impacto será limitado”.
RERERENCIA
Science could solve some of the world’s biggest problems. Why aren’t governments using it?
La investigación sobre la antimateria podría acercarnos al propulso definitivo para las naves espaciales del…
Un estudio sugiere que el consumo de café y té podría reducir el riesgo de…
Un estudio revela que los conductores de taxis y ambulancias tienen tasas inusualmente bajas de…
La escritura a mano no solo es un arte olvidado; activa conexiones cerebrales esenciales para…
Los científicos estudian cómo el humor emerge de interacciones juguetonas y sociales en simios y…
Un fósil de 555 millones de años encontrado en Australia revela los orígenes de los…