Un nuevo estudio revela que la mayoría de los átomos de nuestro cuerpo podrían haber pasado millones de años fuera de la galaxia, transportados por corrientes cósmicas antes de regresar.

Antes de que nacieras, los átomos que forman tu cuerpo ya habían emprendido un viaje épico. Elementos como el carbono, el oxígeno y el hierro, esenciales para la vida, no solo se forjaron en el núcleo de estrellas, sino que también fueron expulsados al espacio interestelar y, en algunos casos, incluso al espacio intergaláctico.

Investigadores han descubierto que la materia que compone la vida en la Tierra, incluido el carbono, ha recorrido vastas distancias en el universo, viajando por un «cinturón transportador cósmico» que recicla los elementos a través del medio circumgaláctico. Este proceso es clave para entender cómo las galaxias reciclan material y forman nuevas estrellas.

La historia de tus átomos: de las estrellas al espacio profundo

La mayor parte de los átomos que forman tu cuerpo se crearon en procesos cósmicos violentos. Exceptuando el hidrógeno y el helio, la mayoría de los elementos se originaron en estrellas a través de la fusión nuclear o durante supernovas. Cuando estas estrellas estallan, expulsan estos elementos al espacio interestelar, donde pueden ser arrastrados fuera de la galaxia anfitriona por las corrientes cósmicas del medio circumgaláctico.

En 2011, los científicos confirmaron que elementos pesados como el oxígeno y el hierro podían ser expulsados de las galaxias por estas corrientes. Ahora, un nuevo estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters ha demostrado que el carbono, un elemento fundamental para la vida, también puede ser reciclado de esta forma. Esto contradice la creencia previa de que su peso ligero impediría que escapara al espacio intergaláctico.

El equipo de investigación utilizó datos del espectrógrafo Cosmic Origins del telescopio Hubble. Este instrumento mide cómo la luz de objetos distantes, como los cuásares, se altera al atravesar el medio circumgaláctico de galaxias en formación estelar. Los resultados muestran que los átomos de carbono pueden llegar a ubicarse a 400,000 años luz de su galaxia anfitriona, una distancia cuatro veces mayor al tamaño de la Vía Láctea.

La cinta de reciclaje cósmico

El medio circumgaláctico actúa como un gigantesco sistema de reciclaje en el que el material estelar es empujado hacia el espacio y luego vuelve a ser absorbido por la galaxia. Según Jessica Werk, astrofísica de la Universidad de Washington y coautora del estudio, «el mismo carbono de nuestro cuerpo probablemente pasó una cantidad significativa de tiempo fuera de la galaxia».

Este sistema es crucial para la evolución de las galaxias. Las corrientes de material no solo distribuyen los elementos esenciales para la formación de nuevas estrellas, sino que también mantienen el proceso de formación estelar en funcionamiento. Samantha Garza, coautora del estudio, describe el medio circumgaláctico como «una gran estación de trenes que constantemente empuja y atrae materiales».

Además, el reciclaje de átomos no solo afecta a las galaxias individuales, sino que también influye en el equilibrio del universo en su conjunto. Comprender cómo este sistema funciona y cuándo se detiene permitirá a los científicos descifrar cómo las galaxias envejecen y eventualmente «mueren».

Somos el resultado de un universo en movimiento

La idea de que los átomos de tu cuerpo hayan viajado más allá de la galaxia es una muestra impresionante de nuestra conexión con el cosmos. Estos procesos no solo explican cómo las galaxias reciclan materia, sino que también nos recuerdan que somos literalmente «polvo de estrellas» que ha recorrido el universo antes de formar parte de nosotros.

REFERENCIA

The CIViL* Survey: The Discovery of a C iv Dichotomy in the Circumgalactic Medium of L* Galaxies