Un estudio innovador descubre que la tierra se heredaba a través de la línea femenina en la antigua Gran Bretaña, y este sistema matrilocal produjo un empoderamiento político y social femenino

En la Edad de Hierro, las estructuras sociales estaban marcadas por el modo en que las comunidades se organizaban y cómo se transmitían los bienes y la influencia. La “matrilocalidad” significa que, tras casarse, los hombres se unían al grupo de su esposa, y la herencia pasaba de madre a hija. Este sistema, que hoy es raro, demuestra que las mujeres tuvieron un papel crucial en la política y la sociedad de la época.

Un equipo internacional de genetistas liderado por investigadores del Trinity College de Dublín, en colaboración con arqueólogos de la Universidad de Bournemouth, ha revelado la importancia de las mujeres en las comunidades de la Edad de Hierro británica. Analizando más de 50 genomas antiguos de un cementerio en Dorset, al sur de Inglaterra, los científicos encontraron que estas sociedades estaban organizadas en torno a la descendencia femenina.

La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature, estuvo a cargo de la Dra. Lara Cassidy. Según explicó, “este era el cementerio de un gran grupo familiar, donde reconstruimos un árbol genealógico que muestra que la mayoría de los miembros compartían una línea materna que se remonta a una mujer ancestral”. En contraste, las conexiones a través de la línea paterna eran casi inexistentes. Esto sugiere que los hombres se trasladaban a vivir con la comunidad de sus esposas y que la tierra se heredaba por la línea femenina, una organización social inédita en la prehistoria europea.

Sorprendentemente, este patrón no se limitó a Dorset. Al analizar datos genéticos de otros cementerios de la Edad de Hierro en Gran Bretaña, los investigadores hallaron estructuras similares. En Yorkshire, por ejemplo, una línea materna dominante se estableció antes del año 400 a. C., lo que confirma que este sistema estaba profundamente arraigado.

Cementerios excepcionales y la influencia femenina

Los cementerios bien conservados de la Edad de Hierro son raros en Gran Bretaña, pero Dorset es una excepción. Los restos excavados cerca de Winterborne Kingston, en un sitio apodado “Duropolis”, proporcionaron una valiosa ventana al pasado. Este sitio, estudiado desde 2009 por arqueólogos de Bournemouth, reveló que las tumbas más ricas correspondían a mujeres, apoyando aún más la hipótesis del papel prominente de las mujeres en esta sociedad.

El Dr. Miles Russell, director de las excavaciones, destacó: “Los relatos romanos sobre las mujeres británicas se consideraban exagerados, pero nuestros hallazgos arqueológicos y genéticos respaldan su influencia. Cuando los romanos llegaron, se encontraron con mujeres en posiciones de poder, como las reinas Boudica y Cartimandua, que lideraban ejércitos”.

La organización matrilocal también moldeaba identidades de grupo. Según el antropólogo Dr. Martin Smith, las comunidades conocían bien su ascendencia y favorecían matrimonios entre ramas familiares lejanas, aunque evitaban la consanguinidad cercana. Esto refleja una comprensión sofisticada de sus linajes.

Migración y lenguas celtas

El estudio también identificó una migración significativa hacia el sur de Inglaterra durante la Edad de Hierro, un fenómeno que podría estar relacionado con la llegada de las lenguas celtas. Aunque la hipótesis más aceptada sitúa la introducción del celta en la Edad de Bronce, los investigadores ahora sugieren que pudo haber múltiples olas de introducción, complicando la determinación exacta de cuándo llegaron estas lenguas.

En conjunto, estos hallazgos ofrecen una perspectiva revolucionaria sobre la vida en la Edad de Hierro, destacando el papel central de las mujeres y revelando conexiones sociales y culturales que han permanecido ocultas durante siglos.

REFERENCIA

Continental influx and pervasive matrilocality in Iron Age Britain

Imagen: Enterramiento durotrigiano de una joven de Langton Herring del que se tomaron muestras de ADN (c) Universidad de Bournemouth. Fue enterrada con un espejo (paneles de la derecha) y joyas, incluido un amuleto de moneda romana que muestra a una auriga representando a la Victoria. Crédito: Universidad de Bournemouth.