Citroën dice que este AMI buggy es el menos loco de los coches concepto que tienen preparados de cara al futuro
Citroën suele dar golpes de efecto de vez en cuando. Lo hizo con el DS, el famoso Tiburón, también con la suspensión hidroneumática y con vehículos de corte aventurero como el Mehari. Ahora, presenta el Citroën AMI buggy, un concept eléctrico atrevido que la marca no sabe todavía si llegará a venderse.
El proyecto empezó hace un par de años, cuando Citroën decidió entrar en el segmento de los cuadriciclos. Era un área ignota para ellos, pero aún así se lanzaron. Pusieron en el mercado el Citroën AMI, un modelo con aspiraciones similares a las que en su día tuvo el Renault Twizy, o sea, un vehículo barato, que se pudiera conducir sin carné y pensado para los centros urbanos. La diferencia con el de Renault es que el Citroën AMI, en clara sintonía con los tiempos, se lanzó con motor 100% eléctrico.
Comenzaba así el AMI una saga que tiene pinta de que va a dar mucho de sí. Hace unas semanas, nació una versión para la entrega de paquetería urbana que pretende romper barreras en el campo de la mensajería. Ahora, presenta el tercer AMI de la familia, la versión que quizá sea la versión más loca de todas, el Citroën AMI buggy.
Si hay que ir, se va
El Citroën AMI buggy está pensado para la vida loca, salirte de los recorridos aburridos del día a día e imaginar cómo es la vida de los exploradores más aguerridos. Ojo, eso no quiere decir que tú puedas hacerlo a bordo de este cuadriciclo porque el AMI buggy no es un todoterreno, es simplemente, la última locura de Citroën para que te sientas como un verdadero explorador junto a una hoguera de campamento.
Lleva ruedas de tacos mientras que los paragolpes, los protectores de los faros, las aletas laterales ensanchadas y las protecciones tubulares bajo las puertas están inspiradas en el mundo de los 4×4. Lo mismo ocurre con la baca y la rueda de repuesto que lleva en el techo… Todo muy tipo explorador.
Más cañero no lo hay
Toda la estética contribuye a esa imagen de aventura. Los colores de su carrocería, verde oscuro y negro, recuerdan los vehículos de camuflaje y no tiene puertas convencionales como en su día ocurría con el Mehari. Son de plástico y tela y se abren con una cremallera. Suena raro, pero es una solución práctica que contribuye a la ligereza del vehículo y que sin embargo no renuncia a los típicos espacios portaobjetos en los que en otros coches solemos dejar diferentes cosas inservibles que jamás utilizamos. La diferencia aquí es que están configurados como bolsas que puedes liberar y llevar como si de una maleta de mano se tratara. Y si no te resultan suficientes para transportar todas tus cosas, encontrarás una mochila a los pies del asiento del copiloto y una riñonera adherida al volante que puedes liberar y usarla como bolso cuando te bajes del coche.
Directo a la lavadora
El lugar natural del Citroën AMI, si llega a venderse, es la playa y zonas de recreo, lo que quiere decir polvo. Por eso Citroën ha planteado que los asientos de este buggy no solo evoquen los chalecos salvavidas para transmitir más sentido de aventura, sino que sean desmontables y lavables. O sea todo muy práctico. Lo único que no es funcional es que todavía no esté a la venta.
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