¿Qué fue del reprís de los coches?

El SsangYong Tivoli recupera un concepto casi en desuso que se empleaba para describir los coches de reacciones ágiles y rápidas

La palabra reprís viene del francés “reprise”, que significa recuperación, restablecimiento. Era frecuente que los conductores la emplearan en la década de los ochenta y noventa para describir las reacciones rápidas y ágiles de determinados coches, incluso con motores pequeños. Los Seat 127, los Renault 5, los Peugeot 205 eran automóviles con reprís a pesar de tratarse de utilitarios.

Ahora, esa capacidad de respuesta ágil y vivaracha vuelve de la mano del SsangYong Tivoli, un SUV compacto (4,2 m de longitud) que se vende con motores de 135 y 163 CV.

El inglés no tuvo la culpa

El terminó cayó en desuso no por la invasión de los anglicismos en nuestra lengua ni siquiera por la hegemonía del inglés como segundo idioma en nuestro país. Dejó de utilizarse porque los coches pequeños perdieron reprís. Varios factores influyeron en ello. El principal fue el aumento de peso. Condicionados por un mercado cada vez más competitivo y por las presiones medioambientales de Bruselas, los fabricantes empezaron a incrementar el equipamiento de sus modelos y, en consecuencia, su peso. Los 75 CV que antes eran capaces de mover con alegría un Seat Panda y sus 680 kg. se convirtieron en insignificantes a la hora de impulsar cualquiera de los utilitarios de hoy y la tonelada y media o más que pesan.

Vuelve la emoción

El SsangYong Tivoli devuelve a la palestra aquella alegría de los ochenta de la que disfrutaban muchos utilitarios. Las razones hay que buscarlas en un peso relativamente razonable para ser un SUV (1375 kg) y en los desarrollos cortos del cambio de marchas. Por eso el Tivoli nos devuelva aquella sensación de agilidad, de alegría al acelerar y de respuesta a la hora de realizar un adelantamiento.

Desarrollos cortos de la caja de cambios y un peso contenido son las claves de la alegría del este SUV

Tiene el Tivoli además aspiraciones campestres porque aunque se trata de un tracción delantera, su altura libre al suelo de 178 mm con llanta de 18” le permite ciertas veleidades fuera del asfalto.

Concesión a los nostálgicos

Y para aquellos que siguen añorando la estética de los ochenta, el SsangYong Tivoli ofrece 66 combinaciones de color posibles, incluidas bandas de color decorativas o techos ajedrezados porque cualquier aficionado al automóvil de aquella época sabe que con este tipo de personalizaciones los coches corren más 😄.

A partir de 17.900 euros, descuentos incluidos.