Ese es el truco de las hormigas para orientarse en sus largas y tortuosas incursiones. Además de servirse de la posición del sol, contar sus pasos y detectar marcas visuales, resulta que son capaces de procesar varios olores distintos a un tiempo. También tienen en cuenta la posición que ocupa en el espacio la fuente de cada olor.
En el Instituto Max-Planck de Ecología Química de Jena (Alemania) han comprobado que usan sus antenas de forma independiente para detectar esos olores y formar con ellos un mapa «en estéreo» de los aromas de un lugar.
Pilar Gil Villar
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…