La situación de los últimos días ha estado marcada por la presencia de lo que antiguamente se llamaba “gota fría”, conocida más técnicamente como DANA. Los efectos de este embolsamiento de aire frío, junto con la temperatura del agua del mar y la orografía se han dejado sentir en el Mediterráneo a lo largo de las últimas jornadas. Las consecuencias: graves inundaciones, importantes daños materiales y lo más importante de todo, victimas mortales.
Pero esta semana el frío será el claro protagonista. El próximo fin de semana una entrada de aire frío provocará que las temperaturas bajen de forma generalizada, se produzcan lluvias e incluso se den las primeras nevadas importantes de la temporada. Pero ¿por qué?
La situación de los anticiclones, crucial para la llegada del frío
En la atmósfera existen corrientes de aire llamadas «corrientes en chorro». Hay dos en cada hemisferio, a unos 10-12 kilómetros de altura y son muy intensas. Según la latitud en la que se encuentran se denominan «subtropicales» (a unos 30º) o polares (a unos 60º). En España, la corriente que condiciona el tiempo que tenemos es la corriente en chorro polar del hemisferio norte. Esta sufre ondulaciones de forma que, cuando se curva, crea una especie de “pasillo” por el cual las masas de aire de latitudes superiores pueden llegar a nuestro país.
En el caso concreto de este próximo fin de semana, esta ondulación se ha producido porque el anticiclón está muy posicionado al norte de las islas Azores, tanto que se ha unido con otro -el de Groenlandia- creando una gran zona de altas presiones. Además, al otro lado, en el Mediterráneo oriental (la zona de Grecia y Turquía) tenemos otro anticiclón bien instaurado, de forma que la corriente en chorro no tiene más forma de moverse que ondulándose por el único hueco que le queda: hacia España a través del norte de Europa.
Para poder entender por qué pasaremos tanto frío hay que saber que a través de esos “pasillos” se producen entradas de diferentes masas de aire: las hay más frías, más húmedas, más secas… y estas características dependen tanto de donde se originen como del recorrido que hagan. En este caso, ese aire tiene un origen polar, lo cual quiere decir que es un aire muy frío y muy seco.
Pero hay que fijarse también en el recorrido que hará este aire tan frío. Pasará por el océano, algo que hará que además de ser una masa de aire muy fría se cargue de humedad. Sin embargo, las masas de aire polares suelen traer viento de noroeste a zonas de Galicia y en este caso no ocurrirá así.
El viento cambiará a componente norte y eso se producirá porque la masa de aire no se comportará estrictamente como una masa de aire polar, sino que lo hará como una de origen Ártico marítima. Podemos decir que en su origen parte del Polo pero que al acercarse a nuestro país adquiere otro tipo de “comportamiento”, aunque los efectos en temperatura y nieve son prácticamente los mismos.
Además de frío, llegará la nieve
Las temperaturas bajarán el sábado del orden de unos 6 a 8ºC con respecto al viernes, pero en algunas zonas el descenso puede ser mayor y el fin de semana las temperaturas pueden estar hasta 12ºC por debajo de lo normal en esta época del año.
Además, por la naturaleza de la masa de aire y el hecho de que a medida que se mueve sobre el océano adquiere humedad, se producirán precipitaciones en el fin de semana, las cuales, junto con el frío, pueden dar lugar a nevadas en zonas de montaña.
En definitiva, si los pronósticos no cambian podemos decir que ¡el invierno ya está aquí!