Dentro de los carroñeros, el plato principal de los quebrantahuesos ( Gypaetus barbatus) son precisamente eso, los restos óseos. En principio no suena demasiado sibarita, pero el investigador Antoni Margalida, del Grupo de Estudio y Protección del Quebrantahuesos (GEPT), ha podido comprobar que estos peculiares buitres también tienen sus preferencia s gastronómicas. En un estudio publicado en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology ha verificado que los adultos prefieren llevarse al nido los fragmentos con mayor contenido en grasas, aunque sean más grandes y les cueste más trabajo transportarlos.
Esta inclinación resulta la forma más efectiva de recuperar el esfuerzo invertido en la ardua tarea de llevar alimento al nido. De hecho, los huesos con mayor contenido en grasos oleicos tienen mayor contenido energético que el tejido muscular de un buen filete.
Pilar Gil Villar
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