Nishinoshima es el nombre de una pequeña isla japonesa situada en el Océano Pacífico, a unos mil kilómetros de Tokio, que tiene una extraña cualidad: en un solo año ha ido creciendo hasta llegar a alcanzar un tamaño ocho veces superior al que tenía originalmente.
¿Y cuál es la cuasa? Una serie de erupciones volcánicas que comenzaron a producirse en 2013. La primera de ellas provocó que al lado de la isla surgiera otro islote formado por el material volcánico que, originalmente, fue bautizado como Nijijima. Pero las erupciones posteriores han hecho que los dos bloques de tierra acabaran uniéndose en uno solo.
La nueva Nishinoshima tiene ahora un volumen de 50 millones de metros cúbicos y su punto más alto se encuentra a unos 100 metros sobre el nivel del mar. Las autoridades niponas no descartan que siga creciendo si continúan produciéndose más erupciones.
Redacción QUO