Todo el mundo sabe que ante una situación de peligro lo mejor es usar la inteligencia rápida y eficazmente y, si no te surge, ‘salir por patas’. Un buen ejemplo de un uso original de esta inteligencia es Ralph Persson, un hombre de nacionalidad sueca que se encontró con el peligro de frente en un bosque de Jämtland cuando amaestraba a su perro. Mientras su mujer grababa la educación canina de su mascota, ésta alertó de que el peligro estaba cerca: un oso pardo se dirigía hacia ellos.

«Grité todo lo que pude«, reconoce Persson para el periódico local Hela Halsingland. Con sólo unos segundos para reaccionar, el sueco consiguió mantener la calma e intimidar al oso tanto como fuese posible. Y lo consiguió.

«Yo no creo en absoluto en esa teoría que afirma que lo mejor es tumbarse y hacerse el muerto», añadió Persson. Cazador de vocación, el sueco trato de poner toda la carne en el asador y echarle un par ante tan extraña situación. Y lo mejor de todo es que funcionó.

Cómo defenderse en un momento así dependerá del tipo de oso y situación en la que te encuentres. Pero antes de aventurarte a hacer lo que hizo Persson, asegúrate de tener unos buenos pulmones y conocer bien la especie a la que te enfrentas, pues podrías servir de merienda ante una bestia como esta tras, claro está, el oso se marque unas risas por tus misteriosos ruiditos.

Fuentes: telegraph.co.uk | helahalsingland.se |

Redacción QUO