Mystacina tuberculata, o murciélago prehistórico, para entendernos. Caminaba a cuatro patas y era hasta tres veces más grande que sus actuales parientes. Así era esta criatura prehistórica cuyos restos fósiles han sido descubiertos en los sedimentos del lago de Manuherikia, en Nueva Zelanda.

Hasta la fecha, el murciélago más antiguo encontrado en las antípodas tenía una edad de 17.500 años, pero al antiguedad de este ejemplar se remonta a hace 16 millones de años. La especie tenía una estructura ósea y una dentadura muy similar a la de los murciélagos modernos. La mayor diferencia estaba en el peso, que podía superar los 40 gramos. «Al ser mucho más grande también era capaz de apresar animales más pesados, por lo que se alimentaba de algo más que simples insectos», explicó Daphne Lee, la paleontóloga autora del hallazgo.

El «bicho» también caminaba a cuatro patas, que le permitían recorrer largos trechos sin necesidad de volar, y tenía además la costumbre de enterrarse en la arena, tanto para protegerse de las inclemencias del tiempo como para acechar a sus presas. La imagen que acompaña el texto es una reconstrucción del aspecto que tenía esta criatura.

Redacción QUO