La última vez que el volcán Etna entró en erupción fue en 2012. Y, ahora, un estudio realizado por miembros de la Open University, en Reino Unido, ha descubierto que este monte, situado en Sicilia, se está moviendo. Los geólogos llevan medio siglo monitorizando la actividad de este volcán, y gracias a una red de estaciones de GPS instalada en la montaña, han podido comprobar que lleva once años desplazándose.
Por supuesto, lo hace de forma muy lenta: a un ritmo de 14 milímetros por año, y deslizándose por una suave pendiende con entre 1ª y 3ª de inclinación. El volcán se dirige hacia el mar, aunque en su camino se encuentra situada la localidad de Giarre, a unos 15 kilómetros de distancia.
Al ritmo actual al que se mueve la montaña no supone ningún riesgo para sus habitantes. De hecho, los geólogos calculan que pasarán varios siglos antes de que el desplazamiento del volcán pueda constituir un peligro real. Pero, ¿por qué se produce esta situación?
Los investigadores explican que el Etna está situado sobre una capa de sedimentos muy débiles, y eso favorece su desplazamiento. La preocupación ahora es seguir monitorizando su avance porque, si se detecta que la velocidad aumenta, podría ser una señal de una erupción más o menos inminente.
fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…