Esta mañana, un total de doce vuelos entre España y Reino Unido han visto cancelados sus despegues debido a la nube de cenizas procedentes del volcán islandés Grimsvötn, cuya erupción dió comienzo el sábado 21 de mayo de 2011. Pero a pesar de que la erupción es de grandes dimensiones, se espera que sea menos caótica y cause menos desorden que la vivida el año pasado con el volcán Eyjafjallajokull. El año pasado, justo cuando los losties esperaban el último capítulo de Lost, el volcán islandés empezó a emanar lava y ceniza y detuvo a los aeropuertos de toda Europa, causando el mayor cierre de espacio aéreo desde la II Guerra Mundial (con pérdidas que oscilan los 1.700 millones de dólares).

Cuando justo se cumple un año del último capítulo de la serie de éxito: Pérdidos y los losties celebran su aniversario, la historia vuelve a repetirse, aunque los expertos creen que no es probable que vuelva a ocurrir el caos vivido en 2010. Es más, la nueva erupción coge a los especialistas más preparados que la vez anterior, cuando tomaron medidas para contrarrestar el efecto de la erupción que muchos consideraron «excesivas».

No obstante ambas erupciones no resultan tan parecidas entre sí por mucho que pueda parecer lo contrario. En primer lugar, según informa el doctor Clivve Oppenheimer para BBC, «la composición del magma favorece una ceniza gruesa, lo que significa que tal vez se caerá del cielo mucho más rápido que en el caso del Eyjafjallajokull«. Además, los vientos señalan que las molestas cenizas se mantendrán con una lejanía suficiente del espacio aéreo europeo.

También se diferencian en su actividad: la erupción del volcán Eyjafjallajokull en 2010 no fue nada habitual, sino que su actividad inicial fundió el hielo acumulado sobre la superficie del volcán. Esto creó una mezcla explosiva: el agua derretida se encontró con el agua caliente dentro del cráter.

La tercera diferencia está en la roca ígnea del basalto, compuesta en su mayoría de piroxeno y olivino, un alto contenido de hierro y cantidades menores de feldespato y cuarzo. En este caso, las cenizas de Eyjafjallajokull (2010), estaban compuestas de un alto índice de sílice, lo que provocó que estas permanecieran durante más tiempo suspendidas en la atmósfera. Señalar también que este volcán se encuentra en una zona totalmente despoblada, por lo que por el momento la población no se ha visto afectada.

A pesar de que el Grímsvötn también tiene su superficie recubierta de hielo, la composición del magma favorece la creación de una ceniza más gruesa que caerá más rápido que en la ocasión anterior.

El profesor Roderick Smith, informó que los ciudadanos europeos pueden estar tranquilos, ya que la gran nube no representa un riesgo de muerte, debido a que es improbable que un avión se caiga, incluso aunque volase al lado del volcán. «Nadie ha muerto nunca por incidente de este tipo», declaró para BBC.

En nuestro país, el Ministro de Fomento se reunirá este martes con el comité encargado del seguimiento de la nube de cenizas originada por la erupción del volcán islandés Grímsvöetn y evaluar sus efectos en el tráfico aéreo.

No obstante, para que os hagáis una idea de su magnitud, os dejamos un vídeo grabado por las ventanillas de los aviones que han estando constantemente sobrevolando el lugar.

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Redacción QUO