La llamada anguila europea es una especie en peligro de extinción, que vive en el Océano Atlántico, aunque pasa su juventud en los ríos, y solo llega al mar en la edad adulta. Y, ahora, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Nápoles, ha revelado que los restos de drogas (legales e ilegales) que hay en los ríos de nuestro continente provocan que las anguilas den positivo en los test de cocaína.
Las consecuencias son bastante preocupantes porque, según los investigadores, los restos de droga provocan que las anguilas se vuelvan hiperactivas y que sufran graves daños musculares que pueden impedirles realizar sus largas migraciones. Para probar los efectos de la cocaína sobre ellas, los investigadores realizaron un estudio con cien ejemplares, la mitad de los cuales fueron puestos a nadar en un tanque con agua en la que se habían disuelto concentraciones bajas de esta sustancia, y el resto en otro con agua marina normal.
Y los resultados mostraron que, en un principio, las anguilas del tanque que contenía cocaína nadaban más rápido, pero al cabo de poco tiempo sufrían lesiones que provocaban la destrucción de sus fibras musculares. Unas lesiones que permanecían incluso después de diez días de reposo y que, en plena migración, podrían impedirles llegar a su destino.
Los investigadores también advierten que la cocaína se acumula en la carne de esta especie, por lo que las personas que la coman podrían también estar expuestas a niveles bajos de dicha droga.
fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López
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