A la hora de comer no hay que andarse con bromas. A menos que nos resulten útiles. Y eso es lo que hacen algunos monos capuchinos. Según ha observado el primatólogo Brandon Wheeler, de la Universidad de Stony Brook en Nueva York (EEUU), cuando la “jefatura” del grupo está comiendo, los individuos de menor rango gritan “¡enemigo a la vista!”. En cuanto los comensales se dispersan, los interesados bromistas se abalanzan sobre los manjares ya abandonados.

Redacción QUO