Cientos de moáis

En total unos 12.000 signos diferentes se han encontrado en las tabletas rongo rongo, la escritura de la cultura rapa nui que aún no ha sido descifrada.

En 1960, un reflujo de la marea destruyó la plataforma (Ahu) de Tonkariki, donde se asientan estos 15 moáis. Un programa de la Unesco, en el que participó el arqueólogo italiano Giuseppe Orefici, logró restituir los moáis a su sitio nuevamente.

La roca volcánica roja que corona uno de los moáis recibe el nombre de pukao y representa el peinado tradicional de los rapa nui.

Un estrecho plagado de corrientes y tiburones separa la isla de Pascua (al fondo), del islote Motu Iti, donde los pascuenses celebraban el culto al hombre pájaro.

Ni siquiera los polos están tan aislados de la “civilización” como la isla de Pascua. Se encuentra a 3.526 km. de Chile, a 2.075 km al oeste de las islas Pitcairn y a 4.251 km de Tahití.

Parte del equipo del arqueólogo Orefici investiga los huecos excavados en el volcán Rano Kao. Los rapa nui los utilizaban para almacenar las cuerdas con las que movían los moái.

Dentro del cráter del volcán Rano Kao se ha encontrado polen que ha permitido datar la época de los árboles de la isla.

Los ojos glaucos de Make Make, la divinidad local de la guerra, observan mientras Guiseppe Orefici examina un esqueleto encontrado en una de las cuevas de la isla para determinar de qué murió.

Cientos de moáis, en distintas fases de tallado, se esparcen por las laderas del volcán Rano Kao.