La arena de una playa contiene mucha más información de lo que parece. Lo fina que es en la zona más cercana a las olas da una idea de la fuerza de la rompiente; el lugar de la costa donde se deposita el material ofrece pistas acerca de la dirección del viento dominante en la zona; la inclinación con que se acumula, cuando el dato se conjuga con la dureza de la roca que conforma la costa, revela la edad del arenal… Algunas características pueden conocerse de un solo vistazo, solo por el color de la arena.
El tono suele ser el de las rocas del entorno, que son arrastradas por el viento, y el de las que hay bajo el agua, que llegan por el empuje de las olas. Pero también hay restos de erupciones volcánicas pretéritas, de coral y conchas fragmentadas, e incluso de piedras preciosas que, a consecuencia de la erosión, dan un toque de glamour a la playa. El resultado es una paleta de tintes rojos, negros, verdes, rosas…
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…