Los colibríes son capaces de ver diferentes colores no espectrales, invisibles para el ojo humano, como el rojo, verde y amarillo ultravioleta, y les sirve para elegir su comida
Los humanos tenemos dos tipos de células receptoras de la luz en nuestros ojos: los bastones, que detectan cambios en la luminosidad, y los conos, que se encargan de percibir el color. El ser humano tiene tres tipos de conos para los colores rojo, azul y verde. Las aves, en cambio, tienen cuatro, y son capaces de ver colores que están fuera de nuestro espectro cromático. Donde nosotros vemos sólo un color, los pájaros ven toda una gama de tonalidades.
Los científicos ya sabían desde hace tiempo que las aves tienen mejor visión que los humano, pero no se había investigado hasta qué punto. La bióloga evolutiva Mary Stoddard, de la Universidad de Princeton, y sus colegas, descubrieron que los colibríes de cola ancha pueden percibir decenas de tonalidades diferentes de colores ultravioleta, y que esto les ayuda a seleccionar el alimento y a evitar a depredadores.
Para el experimento los investigadores pusieron bebederos con luces LED cerca de su laboratorio en Rocky Mountain. Había de dos tipos, unos con agua endulzada y otros con agua normal. Los bebederos con agua dulce tenían colores diferentes, tanto visibles al ojo humano como colores ultravioleta.
Los colores que ven los colibríes fuera de nuestro espectro visible son sorprendentemente comunes en su plumaje y en las plantas
Los investigadores pudieron observar cómo los colibríes diferenciaban el color verde del verde ultravioleta (invisible para nosotros), y también diferenciaron entre el rojo ultravioleta más intenso y otro más suave. Para nosotros, el verde ultravioleta y el verde visible son exactamente iguales.
Los colibríes se alimentan del néctar de las flores, y han evolucionado para poder detectar aquellas que tienen el néctar más dulce. En el experimento, las aves no podían usar la ubicación como señal para identificar los bebederos dulces, y tampoco pudieron el olor como guía. En solo unas horas, los colibríes aprendieron a identificar el comedero con azúcar sólo por su color ultravioleta.
Durante el estudio, también se analizó el color del plumaje de 965 especies de aves y 2.300 plantas. Descubrieron que un 30% de los plumajes analizados y un 35% de las plantas tienen colores no espectrales. La naturaleza tiene una gama cromática que somos incapaces de ver. Las aves no son las únicas capaces de identificar estos colores invisibles para nosotros, muchos insectos, peces y reptiles, y se cree que también algunos dinosaurios, pueden ver colores no espectrales.
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