¿Miedo de las nubes, la lluvia o la nieve? Vivir así puede ser realmente complicado, ya que muchos de estos fenómenos forman parte de nuestro día a día.
Texto de @MarGomez. Doctora en Físicas. Responsable del área de meteorología de @eltiempoes
Pero antes de ahondar en qué consisten estas fobias meteorológicas, lo primero que tenemos que saber es que el miedo es algo que va vinculado al ser humano. Cuando lo sentimos, nuestro cuerpo experimenta una sensación desagradable ante un cierto peligro. Sin embargo, algo diferente ocurre con las fobias, ese miedo es una respuesta ante algo irracional y que en principio no tendría por que suponer una amenaza.
Según la Sociedad española de Psiquiatría el 6% de la población padece alguna fobia, pero este porcentaje es mucho menor en el caso de aquellas que van vinculadas a factores atmosféricos. ¡Conozcamos algunas de ellas!
También conocida como astrafobia, la brontofobia es el miedo irracional a las tormentas, incluidos todos los fenómenos que las acompañan: rayos, truenos y relámpagos. Suele aparecer en edades tempranas, cuando somos niños y puede permanecer hasta que somos adultos.
Nos podemos imaginar lo complicado que puede ser vivir con esta fobia. Las tormentas son un fenómeno recurrente en España en los meses de primavera y verano, cuando se forman a consecuencia del calentamiento diurno de la superficie terrestre y la interacción con masas de aire más frías. Estas diferencias térmicas dan lugar al desarrollo de potentes nubes de tormenta- cumulonimbos– que en muchos casos van acompañadas de aparato eléctrico.
La nieve es un fenómeno meteorológico disfrutado por muchos, especialmente en los meses de invierno, pero hay un temor intenso que desarrollan algunas personas ante ella: la quionofobia o la fobia a la nieve. En muchos casos no se limita solo a tocar la nieve, sino también a simplemente verla. Las personas que padecen esta fobia rechazan la nieve y no quieren estar solos si ven copos cayendo del cielo.
Como en todas las fobias, los síntomas abarcan desde ansiedad y palpitaciones a náuseas y mareos.
Quizás esta fobia sea menos extraña. La lilapsofobia es la fobia a los tornados y huracanes, y no es para menos ya que estos potentes fenómenos están considerados como los más destructivos del mundo. Esta fobia, como muchas otras, suele ir asociada a un hecho traumático vivido vinculado con estos fenómenos.
Hay que tener en cuenta que cada año mueren de media 71 personas en Estados Unidos según el National Weather Service entre 1987-2016. Un dato que se produce en el lugar donde se producen el 75% de los tornados del mundo. En el caso de los huracanes, los mas potentes y de mayor categoría pueden producir miles de muertos.
Sin embargo, la lista no acaba aquí y existen múltiples fobias meteorológicas. Algunas de ellas son la ombrofobia – el miedo a la lluvia-, la nebulafobia – a la niebla-, la anemofobia- al viento- o la criofobia- el miedo extremo al frío, las heladas o las escarchas.
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