El hospital Clínic de Barcelona y el Clínico de Valencia han implantado los primeros dispositivos de estimulación cerebral de larga duración para enfermos de párkinson, con los que se consigue reducir los temblores. Tienen una vida de nueve años (los actuales, cuatro) y su tamaño es la mitad que los antiguos, con lo que el riesgo de formación de úlceras disminuye.
Redacción QUO