¿Cómo afectan a nuestro cuerpo los edulcorantes? Durante décadas, los científicos no han tenido un respuesta clara sobre ello (a pesar de haber realizado más de 210.000 estudios diferentes sobre los sustitutos del azúcar).
Y, todavía hoy, sabemos muy poco sobre los efectos en nuestra salud de estas sustancias químicas presentes en muchas de las bebidas que consumimos. Lo único que se sabe con con certeza es que consumir cantidades moderadas de edulcorantes artificiales probablemente no se entiende como causa de cáncer en humanos, pero esto no significa que no provoquen algún efectivo nocivo en nuestro organismo…
¿Son mejores entonces los edulcorantes artificiales para nuestro cuerpo que el consumo regular de azúcar? Es algo sobre lo que los científicos tampoco parecen estar cien por cien de acuerdo.
«Mi recomendación es no usar edulcorantes artificiales», asegura Ariel Kushmaro, profesor de biotecnología microbiana de la Universidad Ben-Gurion, cuyo nuevo estudio sobre estas sustancias se publicaba hace unos días en la revista Molecules.
Según los datos de la investigación (en la que han participado expertos de la Universidad Ben-Gurion del Néguev en Israel y de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur), algunos de los edulcorantes artificiales más comunes que usamos pueden interferir con la forma en que las bacterias intestinales esenciales hacen su trabajo.
Para este estudio, Kushmaro y su equipo expusieron un tipo especial de E. coli bioluminiscente a edulcorantes artificiales comunes.Los investigadores probaron los seis edulcorantes que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) ha considerado seguros, incluyendo el aspartame (Equal, NutraSweet), la sucralosa (Splenda), la sacarina (Sweet’n Low) y otros. Incluso probaron polvos de proteína dirigidos a los atletas y paquetes de saborizantes que tienen esos edulcorantes como ingredientes clave.Después de dosificar la bacteria E. coli con edulcorantes artificiales «cientos de veces», Kushmaro concluyó que los edulcorantes tenían un efecto tóxico y estresante, que dificulta el crecimiento y la reproducción de los microbios intestinales.
Los investigadores creen que un par de refrescos o cafés endulzados artificialmente al día podrían ser suficientes para influir en la salud intestinal, e incluso podrían dificultar que el cuerpo procese el azúcar y otros carbohidratos comunes.
Aún así, los expertos no están seguros al cien por cien de estos resultados, ya que sólo probaron los efectos sobre la E. coli y no en las personas. «No estamos afirmando que sea tóxico para los seres humanos, estamos afirmando que podría ser tóxico para las bacterias intestinales, y por eso, nos influirá”, asegura Kushmaro.
Los edulcorantes artificiales no reducen el apetito ni satisfacen los antojos de azúcar.Su equipo no es el primero investigar este tema. Otro estudio reciente de edulcorantes artificiales en ratas sugirió que los edulcorantes artificiales pueden cambiar la manera en que sus cuerpos procesan la grasa y la energía. En las ratas, esto también condujo a la rotura de los músculos.
¿Qué sabemos entonces de su efecto real en los humanos? Investigaciones anteriores han sugerido que el consumo de edulcorantes artificiales está relacionado con mayores índices de obesidad, diabetes, presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares.
Otros estudios han concluido que los edulcorantes sin calorías pueden ayudar a las personas a perder peso, pero incluso esa investigación señala que las bebidas bajas en calorías no disminuirán el apetito.
Incluso existen pruebas de que los edulcorantes artificiales podrían estar engañando al cerebro para que piense que no estamos tan satisfechos como cuando consumimos azúcar, lo que podría llevarnos a comer y beber más…
Kushmaro está planeando realizar más pruebas de bacterias intestinales con la esperanza de concentrarse en los mecanismos que funcionan en un intestino humano alterado por edulcorantes artificiales. «En los últimos años, estamos empezando a apreciar la importancia de estas comunidades microbianas», señalaba.
Muchos consumidores ya están empezando a rechazar este tipo de sustitutos del azúcar, optando en su lugar por los edulcorantes a base de hojas de stevia. Las ventas de stevia han crecido casi un 12 % en los EE. UU. el año pasado, mientras que el consumo de aspartamo cayó un 8 % y la sucralosa y la sacarina bajaron alrededor de un 6 %, según Food Navigator.
Los investigadores todavía son cautelosos con respecto a todos los edulcorantes artificiales, incluyendo la stevia, porque los estudios de investigación hasta la fecha han descrito un panorama confuso de sus potenciales beneficios y riesgos para la salud.
La hoja de estevia todavía no está aprobada por la FDA en los Estados Unidos, y existen algunas preocupaciones acerca de su efecto sobre los riñones, la salud reproductiva, el control del azúcar en la sangre y el sistema cardiovascular.
¿El mejor consejo que nos dan los expertos? Si quieres cuidar tu salud de verdad, mejor limitar tu consumo de dulces de todo tipo, con o sin azúcar.
Fuente: Sciencealert.com