La publicación especializada American Journal of Emergency Medicine recoge el caso de un paciente de 21 años en el estado de Nueva York, que acudió al servicio de urgencias, porque tenía terribles dolores en una rodilla y no podía caminar.
El joven afirmó que ni se había caído ni había recibido ningún golpe. Pero, al examinarle, los médicos descubrieron en la rodilla afectada una picadura de insecto, a través de la que brotaba pus, lo que indicaba que existía una infección.
Y, efectivamente, las pruebas posteriores revelaron que el paciente estaba infectado con la Staphylococcus aureus, una de las variedades de bacteria del tipo comecarme. En este caos, además de destrozar los tejidos orgánicos, el microorganismo había afectado a los pulmones, provocando la aparición en los mismos de unos abscesos. Un cuadro clínico bastante grave conocido como Embolismo Séptico Pulmonar.
Los especialistas recuerdan que este tipo de infecciones son bastante raras. Nuestro sistema inmune es capaz de luchar con éxito contra este tipo de bacterias. Pero existen personas que sí tienen más riesgo de sufrir la infección, como los diabéticos o los pacientes con dolencias en los riñones.
Fuente: LiveScience.