Un palillo de dientes puede ser extremadamente peligroso si nos lo tragamos accidentalmente. Y un buen ejemplo de ello es el curioso caso médico del que se hace eco la publicación especializada The New England Journal of Medicine.
El paciente era un joven atleta de dieciocho años, que acudió a urgencias tras varios días sintiendo preocupantes síntomas que incluían fiebre, dolor abdominal y sangre en las heces. Las pruebas no revelaban nada anormal, ni siquiera las radiografías. Motivo por el que los médicos decidieron hacerle una colonoscopia, técnica que consista en introducir una sonda con una microcámara por el ano.
Y fue así como descubrieron que el joven tenía clavado un palillo de dientes en la pared del intestino delgado. Y, además de las hemorragias, el fino y afinado objeto de madera le había provocado una infección.
Los médicos que le trataron aseguran que si no se lo hubieran extraído, podría haber acabado provocándole la muerte.
Fuente: LiveScience.