El intestino es uno de los órganos más gravemente afectados por el envejecimiento y los cambios provocados por la edad en el microbioma intestinal humano se han relacionado con un aumento de la debilidad, la inflamación y una mayor susceptibilidad a los trastornos intestinales. Estos cambios en el microbioma ocurren en paralelo con una disminución en la función del sistema inmunitario pero, hasta ahora, no se sabía si ambos estaban relacionados.
«Nuestros microbiomas intestinales están formados por cientos de diferentes tipos de bacterias y son esenciales para nuestra salud, desempeñando un papel en nuestro metabolismo, función cerebral y respuesta inmune – explica Marisa Stebegg, autora principal del estudio publicado en Nature Communications – . Nuestro sistema inmunológico está interactuando constantemente con las bacterias en el tracto gastrointestinal. Como inmunólogos que estudian por qué nuestro sistema inmunológico no funciona tan bien a medida que envejecemos, nos interesó explorar si la composición del microbioma intestinal podría influir en la calidad de la respuesta inmune intestinal”.
La cohabitación de ratones jóvenes y mayores (animales que naturalmente prueban muestras fecales de otros ratones) o la transferencia fecal directa de materia fecal de ratones jóvenes a viejos, reforzó el sistema inmunológico intestinal en los ratones ancianos, corrigiendo los defectos relacionados con la edad.
«Para nuestra sorpresa – añade la coautora Michelle Linterman –, el hecho de cohabitar influyó positivamente en la respuesta inmunitaria intestinal en ratones de edad avanzada. Al observar el número de células inmunitarias involucradas, los ratones de edad avanzada poseían respuestas inmunitarias intestinales que eran casi indistinguibles de las de los ratones más jóvenes”.
Los resultados muestran que la débil respuesta inmune del intestino no es irreversible y que puede fortalecerse mediante trasplantes fecales haciendo, esencialmente, retroceder el reloj del sistema inmunológico intestinal para hacerlo más parecido al de los ratones más jóvenes.
Al demostrar la efectividad de las intervenciones que tienen un impacto positivo en la composición del microbioma intestinal, esta investigación sugiere que los trasplantes fecales, los probióticos, la cohabitación y la dieta pueden ser formas de facilitar un envejecimiento saludable.