De acuerdo con un estudio, 7 de cada 10 casos de esterilidad están vinculados con la calidad del esperma. A esto hay que agregarle que la densidad y el volumen total de espermatozoides se han reducido en más de un 50% en los últimos 40 años.
Así, hay que cuidar el esperma. Y una herramienta es la dieta. En lo que respecta a un esperma sano este puede definirse por cantidad o volumen: una cifra saludable es de aproximadamente 15 millones o más por cada mililitro de semen. Cuanto más tenga, más probable será que uno de ellos logre llegar al óvulo. Otra variable es la movilidad. No todos los espermatozoides se mueven con eficacia o directamente se mueven, lo cual es normal. Con que un 40% o más se mueva ya se lo considera sano.
Por último también hay que evaluar la morfología: los espermatozoides sanos tienen cabezas redondeadas y colas largas y fuertes. Es más probable que el esperma bien formado llegue a un óvulo.
Hay alimentos que afectan positivamente a una o a todas de estas variables. Por ejemplo, la inclusión de frutos secosmejora significativamente la calidad y la función de los espermatozoides humanos, de acuerdo con los resultados de un ensayo aleatorio que midió los parámetros de semen convencionales y los cambios moleculares durante un período de estudio de 14 semanas.
Si comparamos la dieta occidental (un alto consumo de carnes rojas y procesadas, granos refinados, pizzas, bocadillos, bebidas energéticas y dulces) y una mediterránea (pescado, frutas, verduras, legumbres y granos entero), también hay diferencias notables. Un estudio señala que la última de las dietas mejora en al menos un 12% la calidad del esperma y otro informe publicado en Nature habla de una influencia similar en la movilidad espermática.
Una parte de la razón la podría tener el aceite de oliva. El “oro verde” parece preservar la calidad del semen reduciendo el nivel de daño oxidativo, mejorando la función gonadal e incrementando la dinámica del óxido nítrico.
Finalmente, los resultados de un análisis comparativo indican que la baja calidad del esperma está vinculada a dietas ricas en carne procesada, alimentos de soja, patatas, café, alcohol y bebidas endulzadas con azúcar. Los alimentos más recomendados son aquellos que tienen altas cantidades de ácidos grasos omega-3 (pescado azul), vitamina E, vitamina C, betacaroteno, selenio, zinc, criptoxantina y licopeno. Los mariscos, cereales, verduras y frutas, productos lácteos bajos en grasa y leche desnatada se asociaron positivamente con varios parámetros de calidad del esperma.
Como dato final. Hay estudios que señalan que una dieta vegetariana puede afectar negativamente en la calidad del esperma. Uno de ellos ha sido liderado por Eliza Orzylowska de la Universidad de Loma Linda, California, mientras que otro informe, del Instituto Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) menciona a la soja como un alimento que puede contribuir de modo negativo en la calidad del esperma.