Los telómeros son estructuras protectoras situadas en los extremos de los cromosomas. En cierto sentido son como los herretes, el remate plástico que protege los cordones del calzado y retrasan su deterioro. Desempeñan una función esencial manteniendo la estabilidad del material genético al tiempo que conservan el estado juvenil de nuestrascélulas. El problema es que su tamaño no es infinito y, a medida que envejecemos se van acortando y llega un momento en el que las células mueren o entran en senescencia, una alternativa para evitar la formación de células cancerígenas. El envejecimiento celular y las enfermedades asociadas a la vejez están vinculadas a estos procesos.
Pero si los telómeros se extienden en longitud, algo que logró por primera vez el grupo del CNIO dirigido por MariaBlasco, pueden realizar su tarea de protección durante más tiempo prolongando significativamente la vida de los sujetos tratados. Asi, la extensión de los telómeros es una terapia para tratar el cáncer y retrasar el envejecimiento.
Ahora, el Grupo de de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), también liderado por María Blasco, ha logrado crear en el laboratorio ratones con telómeros hiperlargos y con un menor envejecimiento molecular. Y lo ha hecho evitando el uso de la que hasta ahora era la vía habitual: la introducción de genes. La nueva técnica, cuya descripción se ha realizado en un artículo en la revista Nature Communications, se basa en cambios epigenético
El estudio, realizado en ratones, ha permitido prolongar aún más los telómeros de ratones, manteniendo su funcionalidad, provocando un envejecimiento más lento y con menor incidencia de aparición de tumores –tanto esporádicos como inducidos–que los ratones normales.
Según los autores, Miguel A. Muñoz-Lorente, Maria A. Blasco, Sagrario Ortega, Elisa Varela y Agueda M. Tejera se trata de “una prueba de concepto de que es posible generar tejidos adultos con telómeros más largos de lo normal en ausencia de modificaciones genéticas”.
El siguiente paso en el que ya trabaja este grupo del CNIO será “generar una nueva especie de ratón que tenga los telómeros de todas sus células el doble de largos de lo normal”, explican Blasco y Elisa Varela en un comunicado del CNIO. “De este modo, podremos analizar algunas de las grandes preguntas que aún están sin contestar: ¿Viviría más una especie de ratón que tuviera los telómeros el doble de largos? ¿Es éste el mecanismo que ha usado la naturaleza para determinar longevidades muy diferentes en especies genéticamente muy similares? ¿Tendría esta nueva especie más o menos cáncer?”
Juan Scaliter
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