Siempre habíamos creído que tomar sal provoca sed. Y juraríamos que nuestra experiencia personal así lo confirma. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Max Delbrück Center for Molecular Medicine (MDC), y de la Universidad Vanderbilt, echa por tierra esta creencia.
Los especialistas estaban investigado como podía afectar el consumo de sal a las necesidades hídricas de los astronautas en un hipotético viaje a Marte. Y lo que observaron fue, por un lado, que a mayor consumo de sal, también aumentaba la cantidad de esta sustancia presente en la orina. Hasta ahí todo según lo esperado.
Pero lo realmente sorprende fue comprobar que los astronautas no necesitaban beber más agua. ¿La causa? Que la sal provocaba que el riñón retuviera líquido.
Por el contrario, lo que si descubrieron es que la ingesta de la sal aumentaba el apetito de los voluntarios. Algo que también se había puesto de manifiesto en experimentos anteriores realizados con ratones.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López
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