Ya sabemos que el ejercicio hay que tomarlo con cierta moderación. Los entrenamientos demasiado duros pueden provocar todo tipo de lesiones. Pero, ahora, una nueva investigación realizada por la Universidad de Melbourne, revela que el exceso de deporte puede afectar a una zona que no habríamso imaginado las tripas.
Concretamente, el estudio pone de manifiesto que los entrenamientos muy duros afectan a las células del intestino, debilitándolo, y provocando con el paso del tiempo que los patógenos del sistema digestivo pasen al torrente sanguíneo con facilidad.
Concretamente, los entrenamientos comienzan a ser perjudiciales para nuestro intestino a partir de las dos horas de duración, y si se realizan al 60% de nuestra capacidad máxima de V02. Esas son las siglas que se utilizan para referirse al consumo máximo de oxígeno que una persona peude realizar mientras desarrolla un ejercicio intenso.
El estudio también revela que las consecuencias son peores para las personas que sufren síndrome del colon irritable. en cambio, si el ejercicio es moderado se observa una mejora de sus síntomas.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López
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