La imagen corresponde a un caso recogido en la publicación The New England Journal of Medicine. El paciente era un hombre de 27 años que, a los pocos días de ir al dentista, le apareció una mancha roja en la palma de la mano. Poco a poco, comenzó a sentir náuseas, a tener sudores nocturnos, y a notar un dolor en el costado azul. y, a las dos semanas, la mancha roja se había transformado en ese bulto azulado que se aprecia en la foto.
Tras estudiar el caso, los médicos le diagnosticaron una enfermedad conocida como endocarditis bacteriana. Se trata de una infección grave causada por la bacteria Streptococcus, que provoca la inflamación de las válvulas cardíacas. La forma más común de contagio es en la consulta del dentista, pero en ocasiones también puede producirse por el simple hecho de lavarse los dientes.
Este tipo de bacteria está muy presente en los dientes y en las encías, pudiendo ocasionar una enfermedad conocida como periodontitis. El problema es que, si al cepillarnos los dientes las encías sangran, la bacteria puede llegar hasta el corazón, provocando la infección. Una vez allí, forma unos abcesos de pus que pueden ocasionar una trombosis.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López
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