Los contagios por fómites, es decir, objetos o superficies que han sido expuestas al coronavirus, son muy improbables
¿Has limpiado alguna vez los paquetes de la compra con desinfectante? Si todavía puedes ir al gimnasio, ¿hay toallas de papel para limpiar las máquinas? ¿Usas gel desinfectante para las manos cada vez que todas algo? Puede que todas estas medidas sean una exageración, según un estudio reciente.
Al principio de la pandemia de COVID-19 no se conocía todavía bien el medio por el que se propagaba el coronavirus, y ante el avance de los contagios tenía sentido tomar todas las precauciones posibles. Esto incluía desinfectar objetos y superficies.
En epidemiología se conoce como fómites a los objetos inanimados capaces de transferir un patógeno de una persona a otra. También se llaman “vectores pasivos”. Es lo que ocurre si la gripe, alguien bebe de mi vaso y se contagia.
En este año se ha avanzado rápidamente para descubrir que el coronavirus SARS-CoV-2 se transmite principalmente a través de aerosoles. Si una persona infectada con el coronavirus estornuda, tose o habla en voz alta, las gotas que contienen partículas del virus pueden viajar por el aire. Cuando alguien inhala estas gotas, puede contagiarse.
Pero cuando las gotas con el virus aterrizan en una superficie, el riesgo de infectarse al tocarla es muy bajo, según un estudio del departamento de microbiología de la Universidad de Rutgers publicado por The Lancet y titulado precisamente “Exageración en el riesgo de transmisión de COVID-19 por los fómites”.
El coronavirus es muy frágil y se descompone rápidamente en una superficie. Lo que queda después de descomponerse, y que se ha encontrado en estudios anteriores, es el ARN viral, el esqueleto del virus muerto, pero no se encuentran virus capaces de infectar a otras personas.
En enero y febrero, los científicos y autoridades sanitarias pensaban que la contaminación de las superficie era un problema, y los primeros estudios sugirieron que el virus podía vivir en las superficies durante días.
La transmisión del coronavirus es mucho más probable a través del aire en el interior de lugares públicos como restaurantes.
Se suponía que la transmisión ocurría cuando una persona infectada estornudaba o tosía en una superficie cercana y otra contraía la enfermedad al tocar esas superficies y luego transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca.
Esto llevó a recomendar que se limpiaran las zonas comunes con desinfectante, incluso limpiar las latas y cajas de la compra al llegar a casa. Los autores del estudio apuntan a que todo eso fue exagerado, y que todas las pruebas apuntan a que respirar el virus en el aire es la ruta de transmisión más importante.
Los primeros estudios con el coronavirus en superficies se realizaron en laboratorio usando cantidades de virus mucho mayores que las que se encontrarían en la vida real. Los autores indican que tampoco tiene sentido desinfectar las calles o el mobiliario urbano, ya que so se han producido contagios por “virus que saltan desde las aceras”.
La transmisión del coronavirus es mucho más probable a través del aire en el interior de lugares públicos como restaurantes. Los esfuerzos en desinfectar superficies deberían dedicarse en su lugar a mejorar la ventilación o usar radiación germicida ultravioleta, capaz de matar a los virus en el aire.
Esta es la forma más eficaz de evitar la infección según los últimos estudios:
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