Los del gecko son 350 veces más sensibles que los nuestros y los de los peces son capaces de tener una visión panorámica asombrosa.
Los cerdos tienen un sistema visual parecido al humano, pueden distinguir colores, pero siempre que sean planos y no aprecian la degradación del color como nosotros. Así pues, por ejemplo, no podrían distinguir el arco iris, gozan de la llamada visión espectral.
Son los más complejos de entre los insectos y están compuestos por miles de lentes individuales, 2.000 unidades en cada ojo, capaces de captar la luz de manera individual. Incluso, recientemente un grupo de científicos de la Universidad de Northwestern ha creado un modelo matemático de cómo se forman los ojos de la mosca de la fruta.
La iguana tiene muy desarrollado el sentido de la vista, tanto, que es capaz de detectar la sombra de un objeto a mucha distancia. De hecho, su agudez visual es su mejor arma para alimentarse y comunicarse con otros iguales.
Los caballos tienen los ojos a los lados y «ven» de manera individual con cada uno de ellos. Dicen que, incluso con la cabeza agachada mientras pastan, tienen unos 32 grados de visión libres
La langosta tiene un campo de visión especialmente amplio, gracias a que utiliza una amplia selección de pequeños canales que enfocan la luz por reflexión, en vez de curvarse a través de lentes como hacen nuestros ojos. Este sistema ha sido imitado por ingenieros para crear telescopios de gran potencia.
Los ojos de los geckos se han convertido en objeto de estudio por biólogos de todo el mundo. Son 350 veces más sensibles que el ojo humano, algo que quiere ser copiado para crear lentes que nos doten a nosotros con estas habilidades.
Esta creencia, que seguro habrás oído alguna vez es falsa. Simplemente, el sistema de visión de los peces es muy diferente al nuestro. En primer lugar, el cristalino de los peces es esférico y no en forma de lenteja como el nuestro, por lo que el modo de enfocar los objetos también varía respecto al nuestro. En los peces la acomodación visual a la distancia se produce por un desplazamiento hacia delante o hacia atrás del cristalino.
Los búhos tienen tienen los ojos 2,2 veces mayores que la mayoría de las aves y están ubicados defrente como en el ser humano. Como ave nocturna que es, su retina está dotada con cerca de 56.000 bastoncillos sensibles a la luz por milímetro cuadrado, lo que le permite cazar y defenderse a la perfección en la oscuridad.