Tener espasmos o palpitaciones en los párpados de los ojos es algo muy habitual y le sucede a mucha gente, pero ¿debemos preocuparnos?
Imagínate esta situación. Estás hablando con alguien que no conoces demasiado y, de repente, el párpado de uno de tus ojos empieza a palpitar sin control. No sabes qué hacer ni qué decir. Crees que la otra persona puede estar pensando: “¿Me está guiñando un ojo?”, y lo siguiente que pasa por tu cabeza es: “Tierra, trágame”.
Incluso, el párpado continúa haciendo este movimiento esporádico durante días o semanas, y puede resultar muy molesto. ¿Cómo conseguimos que se detenga? ¿Debemos preocuparnos?
Si te pasa esto, puede que tengas mioquimia palpebral, un espasmo involuntario inofensivo. Lo puede provicar el estrés o tomar demasiada cafeína. Además, también puede ser el principio de la esclerosis múltiple, según un estudio llevado a cabo por varios centros de Barcelona hace algunos años.
En este informe, los investigadores concluyeron que, a pesar de que la mioquimia palpebral es benigna, cuando persiste en el tiempo puede llegar a formarse una patología neurológica como una esclerosis múltiple. El tratamiento de estos pacientes consiste en eliminar los factores desencadenantes, como consumo de cafeína, tabaco o alcohol y, si a pesar de ello se hacen continuas y persistentes, podría realizarse una prueba de imagen para descartar lesiones subyacentes.
El sujeto de este estudio fue una mujer de 34 años que consultó al médico por estos movimientos anormales en párpado inferior derecho que padecía desde hacía dos meses. Al principio eran de manera ocasional durante el día en episodios que duraban desde minutos hasta una hora, pero en las semanas siguientes habían ido aumentando de frecuencia e intensidad hasta hacerse continuas durante todo el día. Los médicos le administraron un tratamiento con un anticonvulsivo que tuvo que ser retirado rápidamente por provocarle una erupción cutánea. Después de varios meses de pruebas, finalmente diagnosticaron a la mujer esclerosis múltiple.
Afortunadamente no todos los casos son tan graves, y en la mayoría de ellos basta con cambiar de hábitos. Otro artículo de la Universidad de York en Canadá confirma que, para deshacerse de esos tics en el ojo tan incómodos, hay que dejar la cafeína. Para este experimento, se observó la evolución de siete hombres jóvenes y sanos. Los investigadores comprobaron que la cafeína impulsó la liberación de neurotransmisores excitatorios como la serotonina y noradrenalina porque es un estimulante, y aumenta la reactividad de los músculos y los nervios. Eliminando este estimulante los síntomas desaparecieron.
En general no deberíamos preocuparnos por tener palpitaciones en el ojo ocasionalmente, pero si los espasmos persisten, es mejor consultar con un médico.
REFERENCIAS
Unilateral eyelid myokymia as a form of presentation of multiple sclerosis
Effect of caffeine on self-sustained firing in human motor units
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