El uso de flúor en el agua fue consecuencia de unas directrices nutricionales erróneas basadas en intereses de la industria, según una reciente investigación
La fluoración del agua se considera una de las intervención de salud pública más importantes del siglo XX. A pesar de ciertas historias falsas sobre su posible neurotoxicidad, más del 35% de la población mundial tiene acceso a la fluoración del agua, y todos los estudios muestran que esta intervención lleva a una reducción significativa de la caries dental sin efectos secundarios.
Pero ¿por qué aparece la caries? Los restos fósiles muestran que nuestros antepasados cazadores-recolectores no sufrían caries y, sin embargo, hay muchas pruebas de momias que atestiguan que los egipcios sí padecían este deterioro de los dientes. La diferencia es una sola: el consumo de carbohidratos, es decir, granos y azúcares.
Según el investigador de la Universidad de Washington, el Dr. Philippe Hujoel, durante años, destacadas organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Departamento de Agricultura de EE UU (USDA), han desestimado una dietas baja en carbohidratos como la mejor forma de prevención de la caries dental. En su lugar, estas mismas organizaciones recomendaban recomendar dietas altas en carbohidratos, que se sabe que aumentan la incidencia de cáncer. Una población con riesgo de caries por su dieta, dependen del flúor y del enriquecimiento de los alimentos en minerales para mitigar los daños dentales y las deficiencias nutricionales de las dietas altas en carbohidratos.
En un artículo publicado recientemente en la revista Nutrients de MDPI, el Dr. Hujoel de la Facultad de Odontología, afirma que no sólo estas organizaciones, sino también otras importantes asociaciones profesionales y sanitarias, tuvieron que cambiar sus posiciones anteriores, y empezaron a recomendar dietas ricas en carbohidratos en la segunda mitad siglo pasado. En concreto, cita a la Asociación Americana del Corazón, la Asociación Americana de la Diabetes y la Asociación Dental Americana (ADA).
Estos grupos, dice, ignoraron las pruebas científicas que debilitaban su afirmación de que el único efecto adverso para la salud de una dieta alta en carbohidratos eran las caries dentales. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y el USDA recomendaron entonces un mayor uso del flúor para combatir el riesgo de caries.
Mientras tanto, dice el Dr. Hujoel, algunos científicos aportaron pruebas convincentes de que las dietas bajas en carbohidratos eran al menos tan beneficiosas para la salud como las dietas altas en carbohidratos. Las dietas bajas en carbohidratos ayudan a prevenir la caries y hacen que el flúor -que aunque no es perjudicial en esas cantidades no tiene ningún beneficio para la salud, aparte de prevenir las caries- sea en gran medida innecesario.
El estudio del Dr. Hujoel sitúa esta evolución hacia las directrices dietéticas con alto contenido en carbohidratos y suplementos de flúor en la mitad del siglo XX, cuando líderes como Emory W. Morris, dentista y presidente de la Fundación Kellogg (perteneciente al conocido fabricante de cereales) se convirtió en el primer presidente del Consejo de Salud Dental de la ADA en 1942.
Morris sugirió que el problema de la caries dental se resolviera con flúor en lugar de seguir la recomendación ya existente de una dieta baja en carbohidratos. Claramente tenía un conflicto de intereses en esta decisión, ya que los cereales son carbohidratos, contienen una gran cantidad de azúcar y aumentan el riesgo de caries.
Además, para hacer sus recomendaciones, el consejo de la ADA tuvo que invertir su posición en varios puntos clave, dice el Dr. Hujoel:
El estudio del Dr. Hujoel también explora los intereses privados implicados cuando la ADA dio los primeros pasos significativos para respaldar las actuales directrices nutricionales con alto contenido en carbohidratos, la mayoría de las cuales se han mantenido durante décadas.
Las dietas ricas en carbohidratos socavan la salud dental porque los residuos de estos alimentos en la boca se descomponen en azúcares, que alimentan a las bacterias Streptococcus mutans que también están presentes. A su vez, las bacterias producen ácido láctico, que ataca el esmalte de los dientes y provoca caries. El flúor fortalece el esmalte, pero no sería necesario si la dieta la población no fuera tan alta en harina y azúcar.
REFERENCIA
Private Interests and the Start of Fluoride-Supplemented High-Carbohydrate Nutritional Guidelines
Foto: Aqua Mechanical
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