Durante la II Guerra Mundial, los nazis intentaron fabricar la bomba atómica. Para ello necesitaban un elemento conocido como agua pesada, que producían en la fábrica de Vemork, situada en las montañas de la región de Telemark, en Noruega.
Pero, en 1943, los británicos aliados con la resistencia noruega decidieron poner fin al sueño nuclear de Hitler. Para ello pusieron en marcha la llamada Operación Gunnerside. Dos planeadores con comandos británicos intentaron aterrizar en febrero, en las montañas noruegas para sabotear la fábrica.
Pero el mal tiempo hizo que los planeadores se estrellasen, y los supervivientes fueron fusilados por los nazis. Por ese motivo, y dada la gravedad del tema, en marzo de ese año, un comando noruego intentó acabar lo que no pudieron hacer los británicos.
Nueve miembros de la resistencia noruega, entre ellos un teniente llamado Joachim Ronneberg (sentado en primera fila a la derecha, en la foto) se introdujeron en la fábrica. No necesitaron disparar ni un solo tiro, aunque si tuvieron que matar a puñaladas a un centinela que les descubrió.
La operación fue un éxito, y colocaron cargas explosivas que destruyeron las instalaciones haciendo que se perdieran toneladas de agua pesada, y poniendo fin al proyecto nuclear de los nazis.
Ahora, Ronneberg, que era el único superviviente de aquel comando, y que estaba considerado un héroe nacional ha fallecido a los 99 años de edad.
Fuente: Telegraph.