Las excavaciones realizadas en las ruinas de Patara, una antigua ciudad situada en la costa de la actual Turquía, han servido para realizar un magnífico descubrimiento. Los arqueólogos que trabajaban allí han encontrado una antigua espada vikinga del siglo IX.
El arma se encontraba en el interior de una vaina de madera y tal y como explican los autores del hallazgo, es muy probable que se tratase de una ofrenda colocada en la tumba de algún guerrero.
Los arqueólogos dicen que encontrar restos vikingos en el Mediterráneo no es algo insólito porque, tal y como explican, estos guerreros llegaron a ser mercenarios al servicio del imperio bizantino.
Alrededor del año 755, fuerzas vikingas se asentaron en el sur de Rusia, y desde allí realizaron incursiones hacia los territorios cercanos. Su fama llegó a oídos del emperador Basilio II de Bizancio, que contrató los servicios de6.000 de ellos para crear la llamada guardia varega.
Conviene explicar que varegos es el nombre que recibieron estos vikingos que se asentaron en el territorio de la actual Rusia.
Fuente: archeolgy.org