Las excavaciones realizadas en el área de Covent Garden, en Londres, han servido para descubrir aproximadamente cien esqueletos humanos, que datan de la primera mitad del siglo XIX. Justo el período en el que la capital británica experimentaba notables cambios provocados por el inicio de la revolución industrial.
Y el análisis de estos restos humanos ha revelado lo brutales que eran las condiciones de vida de las personas de clase trabajadora en aquel período histórico. Los investigadores han encontrado en los huesos de esas personas las huellas físicas de la malnutrición, de un trabajo despiadado, deformidades, marcas causadas por enfermedades endémicas, y signos de una violencia atroz.
Entre el centenar de esqueletos, destaca el de una mujer en el que se han detectado signos de que sufrió la sífilis. Además, sus extremidades están deformadas a causa del gran esfuerzo físico causado por el trabajo en las fábricas. Y, por si fuera poco, en su cráneo se ha descubierto una herida que revela que fue apuñalada en la cabeza.
También ha aparecido el esqueleto de un hombre que seguramente practicaba el boxeo. En sus nudillos se han detectado marcas causada spro la práctica de ese tipo de lucha, en una época en la que los púgiles todavía no usaban guantes.
Todos estos hallazgos ponen de relieve la extrema dureza de la vida en una época que Charles Dickens retrató magistralmente en algunas de sus novelas.
Fuente: The Guardian.