La localidad de Pocklington, en el condado británico de Yorkshire, ha sido el escenario de un curioso y macabro hallazgo arqueológico. En dicho lugar se han desenterrado dos extrañas tumbas que tienen completamente intrigados a los investigadores.
La primera de ellas corresponde a un guerrero. Pero lo más sorprendente es que el hombre (que debió fallecer por causas naturales) fue “asesinado” dos veces después de muerto. Sus restos muestran evidencias de que su cadáver fue atravesado nueve veces por lanzas. Y, posteriormente, otras cuatro por algún instrumento hecho de hueso.
Pero, ¿a qué pudo deberse ese ensañamiento con su cadáver? Los arqueólogos creen que pudo deberse a algún ritual para evitar que el difunto volviera de la tumba. Tal vez porque pensaban que podía tratarse de un vampiro. Aunque tampoco se descarta la posibilidad de que todo respondiese a otro ritual, para simular heridas de batalla, dado que el guerrero no murió en combate.
La segunda tumba descubierta alberga el cuerpo de otro hombre que fue enterrado con un carro de acero, guiado por dos caballos. Todo parece sugerir que los animales fueron sepultados vivos. Aunque los arqueólogos no se explican el por qué de tan cruel práctica.
Fuente: Independent