Arqueólogos submarinos han hallado en la costa de Cornwall, Inglaterra, los restos de un buque pirata del siglo XVII. Se trata del Schiedam, un mercante holandés que fue abordado por piratas berberiscos en 1683, cuando trataba de cruzar el estrecho de Gibraltar.
Los piratas se apropiaron del buque y lo utilizaron para asaltar otros barcos en el Mediterráneo. Pero, en 1684 volvió a ser capturado, esta vez por la marina británica, que lo incorporó a su flota. Y, ese mismo año, el Schiedam fue sorprendido por una tormenta cuando transportaba tropas desde Tánger a Inglaterra, y se fue a pique frente a la costa británica.
Ahora, más de 300 años después los investigadores han encontrado numerosos restos sumergidos de la nave, entre ellos varios cañones, y numerosas granadas de mano. Este tipo de explosivos funcionaban con una mecha, y eran arrojados manualmente después de prenderla.
Fuente: LiveScience.