Los zombis están de moda, pero el miedo a los muertos vivientes no es algo de ahora, sino que se remonta a tiempos inmemoriales. Y una buena prueba de ello es el asombroso hallazgo arqueológico que se ha realizado en la localidad británica Wharram Percy.

Allí han descubierto una fosa común del siglo XI, en la cual se encontraban los restos de varios cadáveres. Y el análisis de los huesos ha revelado que los cuerpos sufrieron espantosas mutilaciones post mortem.

Los fallecidos fueron decapitados, y sus huesos se rompieron por varias partes. Además, algunos de ellos fueron abrasados con fuego. Pero, ¿por qué se ensañaron con quienes ya no les podían hacer daño?

Pues porque los lugareños de aquel entonces, creían que si que podían. Según los arqueólogos que han estudiado los restos, las mutilaciones forman parte de los rituales medievales para impedir que los muertos volvieran de sus tumbas para devorar a los vivos. La palabra zombi, según los expertos, todavía no existía pero las poblaciones medievales sentían un notable temor a los retornados, que era como se llamaba a los cadáveres resucitados.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López