Queda aún mucho por saber sobre los neandertales. Por ejemplo, cómo era su dieta. Sabemos, por estudios anteriores que comían indistintamente carne y verduras. Pero, ¿en qué proporciones? La respuesta podría haberla encontrado un estudio realizado por Kimberly Foecke, investigadora de la George Washington University.
Los análisis realizados por ella a dientes fósiles de neandertales, han detectado altísimos niveles de nitrógeno-15, un isótopo que no está muy presente en los vegetales, y que es indicativo de un elevado consumo de carne. De hecho, los niveles detectados son superiores a los presentes en las dentaduras de carnívoros como las hienas.
Pero podría haber también otra causa que lo explicase. Los experimentos realizados por Foecke y su equipo, han demostrado que los niveles de nitrógeno-15 en la carne aumentan conforme se va pudriendo. Eso podría significar que, al igual que las hienas, los neandertales se alimentaban frecuentemente de carroña. O que guardaban las piezas que cazaban durante mucho tiempo.
Tal y como explica la investigadora, al principio, el olor de la carne en proceso de putrefacción es insoportable. Peor, conforme pasa el tiempo, el hedor va desapareciendo, y la carne se va volviendo negra y adquiriendo una textura que hace menos repulsivo su consumo.
Fuente: ScienceNews.