Es sabido que, por su pureza, el agua de iceberg, se vende como agua embotellada de lujo y se utiliza para elaborar licores de gran calidad y algunos productos cosméticos. Y aquí comienza el origen del insólito robo que investiga en estos momentos la policía canadiense: 30.000 litros de esta valiosa agua helada en un iceberg de Terranova (Canadá) que, con toda probabilidad, se destinarán a la producción de vodka.
Los ladrones extrajeron tal cantidad de una instalación de almacenamiento en la ciudad costera de Port Union la semana pasada. La policía federal de Canadá anunció el hurto el miércoles y calcula que su valor en la calle oscila entre los 9.000 y 12.000 dólares. En el mercado, una sola botella de litro puede alcanzar cientos de dólares.
De momento, las pistas llevan a los investigadores a un camión cisterna o remolque, por lo que es muy probable que el agua se haya contaminado durante la transferencia. Si fuese así, perdería todo su valor.
El proceso de extracción de agua es difícil y potencialmente peligroso. Los icebergs, originados a partir de la plataforma de hielo de Groenlandia, pueden contener una de las más limpias del planeta. Eso, unido a los altos costos de mano de obra que requiere su obtención, justifica su elevado precio.