Varios meses de workshops, talleres, experiencias, debates y análisis del mundo y la tecnología han dado su fruto. Bajo el nombre de Futurescapes, decenas de expertos en tecnología, sociología, arquitectura, ciencia, economía, ecología… y creativos de todos los campos han imaginado cómo desearíamos que fuera el mundo en 2025: sostenible y a la vez tan confortable e innovador como hoy.
Y las conclusiones han llegado. Son tangibles, concretas, interesantes y coherentes. Y, sobre todo, posibles. Los participantes, impulsados por Sony y Forum For The Future, han llegado a definir cuatro ideas centrales que harían del de 2025 un mundo mejor.
¿Cada vez que la tecnología avanza y ofrece nuevas posibilidades hay que cambiar de dispositivo? ¿De móvil, de PC y de tableta? No necesariamente si adoptamos la idea de los expertos: tener un dispositivo multifunción con un hardware suficientemente potente como para que lo único que haya que hacer sea actualizar el sistema operativo y el resto del software. Una flexibilidad que permitiría utilizar el mismo aparato durante años actualizando sus «tripas» desde la nube automáticamente. Los trabajos han sido dirigidos por las mentes innovadoras de Engage by Design.
La Internet of Things Academy ve venir un futuro cercano donde los objetos se comunican con nosotros como si fueran una persona más. Aprovechemos que los frigiríficos avisan de que falta leche, o que los coches pueden comunicar su posición para aunar en una plataforma datos, software y hardware que ordene todo y nos haga la vida más fácil. Gracias a la internet de las cosas, el mundo tecnológico se integra en nuestras vidas con funcionalidad y sin brechas digitales. Son las ideas que The Pipeline Project ha ayudado a alumbrar.
Que en 2025 el 75% de la población se haya mudado a las ciudades no significa que vayamos a vivir en monstruos urbanos. No, si creamos un entorno «hi-tec, hi-nature» (alta tecnología, altamente natural), como refieren las conclusiones de la consultora Superflux, que permita conciliar el dinamismo de la ciudad moderna con la vida más natural que ofrecen los entornos rurales y abiertos.
La tecnología al servicio de las relaciones humanas, y no viceversa. Y sobre todo, al servicio del bienestar emocional y cultural de quienes se valen de ella para tratarse, amarse o transmitirse información. En este campo, el Forum For The Future quiere continuar organizando foros de debate sobre la relación entre innovación y relaciones humanas.
Puedes seguir en Facebook y Twitter la evolución y las repercursiones del proyecto Futurescapes.
MIRA TAMBIÉN el vídeo que explica los cuatro conceptos (en inglés)
Redacción QUO
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