Con iniciativas que concilian el pudor que puede suscitar un gesto así, tratándose de un artilugio erótico, con el deseo de cuidar el medio ambiente. La firma Sex Toy Recycling envía un sobre a sus clientes interesados para que le devuelvan juguetes en desuso que servirán para crear otros nuevos.
Además les gratifica con un descuento si adquieren uno nuevo. También reciben una segunda vida útil los populares vibradores Rabbit de Love Honey que, debidamente esterilizados, pasan a formar parte de una peculiar colección en un museo británico. Los que devuelven su juguete son compensados con un descuento del 50% para uno nuevo y actualizado.
Redacción QUO
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