Aunque muchos padres ya lo sospechaban, la confirmación ya ha llegado en forma de estudio científico: los bebés fingen algunos de sus llantos.
Según un artículo publicado en Pubmed, los científicos, tras escuchar y aguantar la friolera de 102 llantos de infantes entre 7 y 14 meses, observaron que algunos de ellos mostraban signos positivos de comunicación (sonrisa, etc.) a pesar de la rabieta, lo que les daba a entender que todo eran lágrimas de cocodrilo.
Publicado en #Quonectados
Redacción QUO
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…